“Para definir nuestra relación con China no hay mejor nombre que el de nuestro vínculo formal: asociación estratégica integral, uno de los máximos niveles que China le otorga a sus lazos diplomáticos bilaterales”, escribió ayer el embajador argentino en China, Diego Guelar, a modo de balance de la cumbre del G-20. “Dicho concepto también fue graficado en la síntesis perfecta que hizo el presidente Xi Jinping en su diálogo con el presidente Macri. 'Somos el uno para el otro', afirmó el mandatario chino en Hangzhou, subrayando el carácter complementario de nuestros países”, dice Guelar.
Según el embajador, en la reciente cumbre “nuestro socio estratégico tuvo la oportunidad de mostrar al mundo su status de verdadera superpotencia” y dice que “el nivel de organización de la reunión sorprendió a propios y ajenos, incluyendo a altos funcionarios de los países centrales”.
Según el diplomático, “el encuentro que se cerró esta semana constituye un hito que marcará a fuego la evolución del G-20 en el mediano y largo plazos”. El planteo de la presidencia china, señala Guelar, es fortalecer el libre comercio e incrementar el flujo de inversiones hacia el mundo en desarrollo. “Con los objetivos centrales de conectividad, innovación y cuidado del medioambiente, la Presidencia china deja su posta para la conducción alemana (2017) y argentina (2018), que deberán consolidar esta vía orientada a la eliminación de la pobreza extrema, el terrorismo internacional y el narcotráfico en 2030”, plantea.
“La Argentina tiene una gran responsabilidad en este contexto global. A nivel regional, es la punta de lanza de un cambio significativo, luego de una década regida por ideas anacrónicas que dividieron a nuestro subcontinente en sus inclinaciones “pacífica” y “atlántica”, que en realidad poco tienen de contradictorio y mucho de complementario. El protagonismo de nuestro país en los asuntos sudamericanos e internacionales seguirá creciendo en 2017 y se verá coronado, en 2018, con la enorme responsabilidad de dirigir el G20”, dice Guelar y anunció que, en 2017, “el presidente Macri realizará una visita de Estado a China, tras haber aceptado la invitación que le formulara el presidente Xi Jinping en Hanghzou”. Allí se conmemorará el 45° aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países, fecha que será intensamente conmemorada en ambos países. “La ocasión será extraordinaria para demostrar los avances que tuvieron lugar en la relación bilateral desde diciembre de 2015 hasta la fecha del encuentro”, se ilusiona Guelar.
Así, el diplomático busca contrastar aquellas “que pusieron en duda la continuidad del vínculo estratégico con China” tras la victoria de Macri. “Afortunadamente, estos interrogantes ya fueron disipados con un mensaje que no tiene grises: estamos dando inicio al período más fértil y relevante de la historia de las relaciones bilaterales, sentando las bases para un relacionamiento estructural, maduro y desvinculado de toda bandería política”, concluye Guelar.
