“Hemos podido resolver mucho de los planteos de la CGT”, dijo ayer orgulloso el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, al comentar en conferencia de prensa los términos con los que logró desactivar, una vez más, el paro nacional con el que los sindicalistas venían amenazando. Lo cierto es que las respuestas ofrecidas por el Gobierno fueron bastante más acotadas que las solicitadas en primera instancia por los dirigentes de la central obrera, que aún así dejaron la reunión sonrientes. En concreto, sólo recibirán un bono de $1.000 beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y jubilados que cobran la mínima, y serán eximidos de pagar Ganancias sobre el medio aguinaldo de diciembre aquellos que perciban hasta $55.000 de salario bruto. Asimismo, el miércoles que viene se pondrá en marcha una mesa tripartita en la que se podrá discutir, sector por sector, una compensación para los trabajadores privados.
La reunión, que originalmente había sido pautada para las 9 en el Ministerio de Trabajo fue concretada finalmente en el edificio del gremio de Sanidad, comenzó alrededor de las 11 y duró cerca de cuatro horas. “Avanzamos”, concluyó Héctor Daer, titular de Sanidad y uno de los integrantes del triunvirato cegetista al concluir el encuentro. De todos modos, dejó en suspenso los términos de ese “avance”, que explicaron luego desde la Casa Rosada el ministro Triaca y el coordinador del Gabinete, Mario Quintana, los dos funcionarios que participaron de la reunión.
Triaca explicó que se buscó avanzar en la prioridad de “contener a los sectores más vulnerables”. En efecto, el bono “para todo el mundo” que había sido solicitado por la CGT terminó focalizado sólo en las familias que perciben la AUH y en jubilados que cobran la mínima (que es de $5.661), que recibirán un extra de $1.000 en diciembre. Los jubilados que perciban haberes de entre la mínima y $6.661 también serán compensados hasta alcanzar ese tope.
El otro pedido de los sindicalistas, relacionado con la exención del pago de Ganancias sobre el medio aguinaldo de diciembre, también fue atendido parcialmente. El Gobierno decidió exceptuar del pago de ese tributo a $15.000 del aguinaldo sólo para aquellos sueldos brutos que no superen los $55.000 (es decir, los trabajadores que perciban hasta $15.000 de aguinaldo no pagarán Ganancias sobre ese importe, siempre y cuando tengan un sueldo de hasta $55.000. Quienes estén en la misma situación salarial y cobren más de $15.000 en calidad de medio aguinaldo, tributarán sólo sobre el excedente).
Según dijo el ministro, las medida anunciadas tendrán un alcance de alrededor de 7 millones de beneficiaros: 2,2 millones de hogares en el caso de la AUH, 3,1 millones de jubilados y 1,5 millones de trabajadores.
Como tercer punto, Quintana explicó que se acordó convocar a un “diálogo para la producción y el trabajo”, que concretará su primer encuentro el miércoles próximo. La mesa será tripartita ?integrada por empresarios, trabajadores y funcionarios? y en su primera reunión tendrá en agenda la discusión de una compensación de fin de año para los trabajadores, es decir, que el Gobierno alentará a los privados a discutir una mejora salarial acorde a las posibilidades de cada actividad. “Hay diferencias entre aquellos que han cerrado paritarias en distinto momento del año, por distintos valores, y cada uno de los sectores deberá plantearse esa situación, que puede darse en ese marco de discusión con representación gremial y empresarial”, apuntó Triaca.
Tanto el ministro de Trabajo como Quintana aceptaron que la convocatoria a una medida de fuerza es una facultad de los sindicatos, pero consideraron que, dado los resultados de la reunión de ayer, “no debería haber un paro”. “Ir resolviendo temas que le importan a la gente en base al diálogo y al consenso es la vía que nosotros preferimos y la que venimos transitando”, dijo el coordinador de Gabinete.
De todos modos, y pese a el supuesto acuerdo al que se llegó, las críticas de dirigentes de sectores internos a la CGT no se hicieron esperar. El camionero Pablo Moyano sostuvo que el de ayer fue un anuncio “unilateral” del Gobierno. “Está en el orden de lo que se venía dando. No es que la CGT logró un bono importante”, consideró. En este sentido, el hijo del recientemente retirado de la conducción de la CGT, Hugo Moyano, dijo que “seguramente va a haber una reacción del sindicalismo, porque hay mucha bronca”. Además, sostuvo que efectivamente el pedido de la Iglesia de mantener los canales de diálogo abiertos fue tomado en cuenta por los sindicalistas para resignar el paro. “Teniendo un papa argentino cada palabra influye”, apuntó.
La reunión del consejo directivo de la CGT pautada para hoy fue suspendida, por lo que Moyano dijo que se encontrarán “en los próximos días para ver en qué se avanzó”. “Si es con mil pesos se han quedado cortos”, lanzó.
Los trabajadores estatales parecen ser, al momento, los grandes perjudicados en la negociación. Autoridades de provincias y municipios, donde se concentra el grueso del empleo público, ya le advirtieron al Gobierno central que no pueden afrontar el pago de un bono si desde la Nación no les transfieren recursos. En este marco, se buscó circunscribir la discusión al terreno de jubilados, beneficiarios de programas sociales y privados, con el beneplácito del titular del gremio estatal UPCN, Andrés Rodríguez, que ayer celebró las “coincidencias” alcanzadas en la reunión.
Hugo “Cachorro” Godoy, referente nacional de ATE, otro gremio de trabajadores públicos, no se mostró igual de satisfecho. “No solamente han decidido negar el diálogo con las organizaciones que nos representan tanto a ATE como a la CTA, sino que además nos niegan cualquier posibilidad no ya de reapertura de paritarias, sino de un bono”, sostuvo Godoy en diálogo con este diario.
