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Reclamo de unidad en cumbre de intendentes

26 octubre de 2016

Los intentendes peronistas bonaerenses, pertenecientes a distintos grupos y procedentes de todos los puntos geográficos de la provincia, se reunieron ayer en Lobos con un objetivo bastante claro: empezar a desandar el camino de la fragmentación que sufre el espacio desde la derrota electoral del Frente para la Victoria en la provincia y en la Nación. En un almuerzo de camaradería y con mayor cordialidad que la que atravesaba a estos líderes territoriales durante los meses previos, los jefes comunales presentes decidieron crear una mesa de unidad, como objetivo esperado, y limaron desavenencias y algunas asperezas.

Entremezclados, distantes de las pertenencias que los separaron, entre Esmeralda, Fénix, Patria o Establo, debatieron en el club Independiente de la localidad, con tres ejes bien precisos. Por un lado, el rol de opositores al gobierno de Mauricio Macri, en el que coincidieron mayoritariamente. Por el otro, la forma en que debía llevarse a cabo ese proceso de unidad para lograr una oferta electoral competitiva el año próximo. Un tercer aspecto fue el institucional: el partidario, vinculado al PJ bonaerense y la cuestión de los apoderados; y el legislativo, dada la multiplicidad de bloques que el peronismo tiene hoy en la Legislatura provincial.

Sin documento para exhibir como producto de los debates, por cierto; aunque con el compromiso de avanzar con ese horizonte preestablecido. Y cierta repercusión en el oficialismo, entre el sarcasmo y la mirada atenta. “Me gusta que la oposición se junte hoy a festejar a un año de la victoria de María Eugenia Vidal”, ironizó el ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Federico Salvai. “Es muy oportuna la fecha que eligieron”, completó, el dirigente de Cambiemos, uno de los hombres clave en el armado de la gobernadora María Eugenia Vidal en la provincia.

Oradores

La decisión de convocar a la cumbre surgió del intercambio informal entre intendentes de distintos espacios, luego de los festejos por el día de la lealtad. El jefe comunal de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, referente del Esmeralda; Verónica Magario, intendenta de La Matanza y flamente presidenta de la Federación Argentina de Municipios, ligada al Grupo Fénix; y Jorge Ferraresi, alcalde de Avellaneda y espada del Patria, el más kirchnerista de los núcleos, fueron los promotores del cónclave y quienes se encargaron de llamar al resto de sus pares parea garantizar una asistencia que, de hecho, fue casi perfecta. Entre las ausencias, se dieron las previsibles: Mario Ishii, de José C. Paz; Alejandro Granado, de Ezeiza, dos de los más cercanos hoy a Cambiemos. Además, de Ismael Passaglia, de San Nicolás; y Hernán Bertellys, de Azul.

La mayoría de los veinte oradores, que fueron sólo intendentes, pidió un “mismo discurso” para “rearmar el peronismo”. En tanto, la proliferación de los distintos grupos fue considerada como una “cuestión natural, por intereses y cercanía”, pero que “se debe superar”. El jefe del PJ Bonaerense, Fernando Espinoza, participó del almuerzo, que consistió en asado como plato principal y helado de postre, según informó la agencia DYN, aunque no integró la lista de oradores.

Temario

La figura de la expresidenta Cristina Kirchner también atravesó el debate. En general, con reinvindicaciones a su gestión. Incluso de parte de los intendentes del Grupo Esmeralda, los más alejados de su liderazgo, quienes sí señalaron que “hay que mirar hacia futuro”, dando a entender que apostaran a nuevos candidatos. Y también estuvo en boca de la cumbre la figura de Sergio Massa y su Frente Renovador, esta vez más en relación a si se debía propiciar un retorno al peronismo o no, y si podría darse unas primarias con ese espacio. Ahí las voces estuvieron, según cuentan, más divididas.

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