Pasó un mes y medio para que se volviesen a reunir las comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Hacienda y Justicia, encargadas de debatir el proyecto del Ejecutivo de reforma electoral. Cambiemos negoció hasta las últimas horas del miércoles para garantizar el despacho de comisión que ayer firmaron la mayoría de los integrantes del plenario. El tironeo para el Gobierno no cesa, la oposición plantó disidencias y el proyecto está sujeto a cambios. Podría haber sesión recién en una o dos semanas.
Voto electrónico
A pesar de la distancia entre una fecha y la otra, los puntos en pugna siguen siendo los mismos. Entre los artículos más discutidos, y que aun generan dudas su concreción, está es la implementación de la Boleta Unica Electrónica (BUE) para las elecciones legislativas del próximo año. El voto será “a través de un dispositivo electrónico que permite el registro digital y la impresión de esa selección en una boleta de papel que sirve a los fines de la verificación y el conteo de votos”, dice textualmente el proyecto del Ejecutivo que recibió ayer un primer respaldo de los diputados. Al haber sido parcial el acompañamiento, el texto podrá ser modificado en el recinto el día del tratamiento. Cambiemos había aceptado, hace unas semanas, la implementación gradual del sistema, pero, a pedido del massismo, el Gobierno regresó al plan inicial.
Cambios en las PASO
“Si no lo sacan, no apoyamos”, le dijo a El Economista un diputado del bloque justicialista. Se refería al artículo que le impide al electorado, en las primarias, elegir a más de una agrupación en su selección, lo que en el tradicional sistema de papel, se conoce como corte de boleta. En este punto Cambiemos se mantuvo reacio a modificarlo desde el primer día que el proyecto se trató en la Cámara Baja. Pretenden, de esta manera, “ordenar el sistema partidario”. El agregado, fue criticado por partidos minoritarios, como los que conforman la izquierda, y también por frentes provinciales y municipales. El bloque massista, por caso, no emitió objeción y aseguró su voto a favor, cuando sea tratado en particular.
Uno y una
Un solo rechazo recibió la propuesta para incluir la paridad de género en la reforma electoral. El salteño Alfredo Olmedo, duramente cuestionado por sus pares, sostuvo: “No hace falta el cupo, cuando la mujer es capaz, yo la llevo como candidata”. A partir de las primarias del 2017, si el proyecto es aprobado, “las listas de candidatos a senadores y diputados nacionales y parlamentarios del Mercosur, deben formarse con candidatos de diferente género de manera intercalada desde el primer candidato hasta el último suplente, de modo tal que no haya dos del mismo género consecutivos”.
Otra de las novedades que incluye el proyecto, es que no se votará a formulas en las PASO. El candidato a presidente ganador de cada interna, deberá anunciar al vicepresidente en un plazo máximo de 48 horas después de la primaria. El cargo de vice, no podrá ser ocupado por un precandidato que haya sido derrotado. Además, y negociado hasta hace algunas horas, el recuento del escrutinio provisorio seguirá a cargo del Poder Judicial, representado por la Cámara Nacional Electoral, pero con recursos del Ejecutivo.
