En diálogo con El Economista, Ramiro Albrieu ofrece su visión sobre los escenarios que se abren tras la elección de Estados Unidos, y no deja dudas sobre qué le conviene a Argentina. “Una victoria de Trump puede dar lugar a una batalla proteccionista con aires de familia a lo ocurrido después de la Gran Depresión. Y a Argentina nunca le fue bien cuando al mundo le iba mal”, dice.
Lógicamente, la carrera presidencial en Estados Unidos está llegando a su fin y todas las miras están puestas allí. La lectura de varios analistas es que, si gana Hillary Clinton, no habrá grandes cambios en el corto plazo porque los mercados vienen especulando con su victoria y porque no habría grandes cambios con respecto a la gestión de Barack Obama. ¿Coincide?
Están ocurriendo fuertes cambios en la economía global, que en el fondo se relacionan con la irrupción de Asia como motor del crecimiento global. Pensado de esta manera, lo que ocurre en Estados Unidos se asemeja a lo que está pasando en el resto del mundo avanzado: una reacción de las clases medias y bajas frente a la pérdida de los beneficios ganados en las décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial. Esta reacción es antiglobalización y antiélites, y espera recuperar ?sin demasiados planes concretos? el terreno perdido desde los '70. Hillary Clinton es una de las primeras barreras al avance de este movimiento, aunque quizás será la más importante. De ganar por amplio margen podrá seguir la línea de Obama pero, por ello y por su perfil, esto sería a costa de incrementar la grieta que se está formando. De ganar por poco margen, será un período de alta inestabilidad.
¿Y si gana Donald Trump?
Allí el mundo entra en “terra incognita”. El candidato republicano no ha mostrado una plataforma coherente en materia económica. Es difícil saber si lo que emerge de sus comentarios ? desde el cierre del departamento de Educación al muro fronterizo con México? será trasladado a políticas públicas. De darse este escenario estaremos frente a un escenario político global muy complicado.
¿Qué le conviene más a nuestro país y por qué?
A Argentina le conviene que gane Hillary por una razón sencilla: más allá de los vaivenes financieros de corto plazo, una victoria de Trump puede dar lugar a una batalla proteccionista con aires de familia a lo ocurrido después de la Gran Depresión. Y a Argentina nunca le fue bien cuando al mundo le iba mal. Otro motivo para mirar hacia el Norte es la Fed, que ayer dejó la puerta abierta a una suba de tasas de un cuarto de punto en diciembre.
¿Eso impactará también o, tanto por el tamaño de la suba como lo anticipado de la misma, ya se incorporó?
La suba de tasas de la Fed está hiperdescontada. Sin embargo, hay puntos ciegos en los mercados financieros globales -como la deuda corporativa y la deuda de los gobiernos subnacionales en China- que pueden traernos malas noticias. Pero, dado que la suba que se espera será moderada, no creo que traiga mayores problemas.
