“El Estado debe sentar a empresarios y trabajadores a una mesa para analizar cómo frenamos la caída de empleo y cómo generamos más trabajo”. A esta frase, Sergio Massa la convirtió en un twit la tarde del sábado. Y, con variantes, la viene repitiendo con insistencia en los últimos días, acorde con su pretensión de transitar la “avenida del medio” y contribuir con alternativas “superadoras” en el debate político. Pero, además, el Frente Renovador le puso nombre a la idea de acuerdo, al institir en que esa mesa de negociaciones necesaria tome la forma de un Consejo Económico- Social, como instrumento para lograrlo. Un gesto, en definitiva, que puede entenderse como demostración de buena voluntad hacia el Gobierno, en un contexto en el que los proyectos antidespidos en danza lo despojaron de algunos aliados parlamentarios; o como intento por quedarse con la bandera del diálogo, tan preciada para el oficialismo.Desde el Ejecutivo no hubo pronunciamientos al respecto. Y, en términos políticos, descreen de la eficacia un Consejo Económico y Social como instrumento. Más bien, se mantienen partidarios pensar en la idea de que generar las mejores condiciones para que los actores resuelvan por sí sólos, sin tantos condicionantes, es el mejor aporte que pueden hacer desde el Estado. La apelación al diálogo como bien necesario, por cierto, se mantiene presente. Pero no en los términos de una instancia burocrática predeterminada. El pedido expreso a los empresarios para que firmen una tregua en la que no haya despidos, para evitar que prospere la ley antidespidos de la oposición, no obstante, habla de eso. Además, de cierto voluntarismo. Lo mismo que la mención de retrotraer los precios al mes de noviembre.
Proyecto
En sus intervenciones mediáticas del fin de semana, Massa vaticinó que el Congreso Nacional aprobará el proyecto de declarar la emergencia ocupacional. “Habrá ley antidespidos con doble indemnización porque vamos a llegar a un acuerdo entre muchas fuerzas políticas”, aseguró el diputado. También se refirió a la posibilidad de que el presidente Mauricio Macri vete la iniciativa: “Sería un error, porque si rechaza una decisión del Congreso se va a quedar con su propia verdad y no con la verdad construida por muchas fuerzas políticas”. Y señaló que “el Gobierno frente a esta crisis tiene la oportunidad de convocar a trabajadores, empresarios y Estado a un Consejo Económico-Social”.
La idea de este Consejo, de alguna manera, también le trae a Massa la posibilidad de acercar algún signo de entendimiento al interior de su propio bloque. Entendimiento que se vio friccionado en los últimos días, precisamente, con la discusión por la ley antidespidos. De hecho, tanto Facundo Moyano, como José Ignacio de Mendiguren, que representan las posturas más opuestas en este tema, dieron el visto bueno a la iniciativa, con declaraciones a favor. El diputado de origen gremial reivindicó ese instrumento y señaló que mientras esa posibilidad no se tenga en cuenta “vamos a insistir con la ley antidespidos” acompañada por “un paquete de medidas que fomente el trabajo en las pymes”. El también diputado y dirigente de la UIA, entretanto, volvió a mencionar las bondades del instrumento y dijo que “el Gobierno hubiera podido evitar este tratamiento en el Congreso”.
En el oficialismo, como se dijo, desconfían de su utilidad. Durante enero, el tema estuvo en agenda, como posibilidad. Luego fue desechado. Quedará ahora por saber cómo se tomarán este gesto de Massa. Si como una demostración de buena voluntad; o como intento por un acto de presión.
