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Malcorra: entre la derrota en la ONU y la defensa por Malvinas

06 octubre de 2016

Por segunda vez en lo que va del año, la canciller Susana Malcorra se presentó ante la comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara Alta, pero con motivos diferentes a la razón que la convocó en mayo pasado. La cuestión Malvinas provocó en el Congreso un estruendo mayor al esperado por el gobierno de Mauricio Macri, lo que obligó a que los representantes del Palacio San Martín visiten a los legisladores para justificar el acuerdo firmado en conjunto con la cancillería británica y adelantar los pasos a seguir. Semanas atrás había sido el turno del vicecanciller Carlos Foradori, en Diputados.

Primero pasó por el bloque de la UCR, pasadas las 9:30 de la mañana, a trazar la estrategia ante la inevitable arremetida opositora. Y luego de casi tres horas de debate, la ministra de Relaciones Exteriores y Culto se escabulló rápido de la prensa, dado que había una noticia que debía escuchar: comenzaba a trascender los resultados de la votación de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, que pusieron fin a sus ambiciones. Así fue la mañana de la canciller, entre la defensa por las decisiones tomadas en su gestión y con atención a lo que sucedía en Nueva York.

Malvinas

La tarea para la funcionaria no fue fácil: la oposición atacó desde varios frentes. El comunicado en conjunto, los entredichos con el presidente Mauricio Macri, el diálogo con la primer ministra británica, su candidatura a la ONU, y los pasos a seguir en el reclamo por Malvinas, fueron los temas que ocuparon el paso de Malcorra por la comisión que preside el exvicepresidente Julio Cobos.

“Hemos pedido corresponsabilidad. No es una cuestión del Reino Unido que removamos obstáculos sino que ambas partes reconozcamos que hay obstáculos que remover”, argumentó la ministra, sobre el comunicado firmado con el canciller británico Alan Duncan, semanas atrás. Agregó que, la finalidad de lo firmado fue “tener un comunicado que hiciera referencia a aspectos de agenda propositiva de negocios. A nosotros nos pareció que solamente centrarnos en eso dejaba fuera de foco lo que es la cuestión Malvinas por eso insistimos en incluir las cuestiones referentes de Malvinas”. Insistió además, que no se trató ni de un acuerdo, ni menos de un tratado -que requeriría de la aprobación del Congreso-, sino, de una declaración o comunicado en conjunto, que, para la canciller, “fue un gran avance”.

“Es evidente que la cuestión Malvinas apela al sentimiento más profundo tanto que la Junta Militar de 1982 apeló a ese sentimiento para tratar de sobrevivir”, sostuvo a la hora de contener algunos reclamos, y agregó que es “un objetivo irrenunciable” del Gobierno argentino el diálogo por la soberanía de las islas. Sinceró, por caso, las dificultades del asunto. Indicó que para llevar adelante la gestión se requiere necesariamente del trato bilateral y sinceró que, en la última reunión de la cuarta comisión de las Naciones Unidas, el representante británico insistió en la postura de rechazar cualquier diálogo por la soberanía de las islas.

Entre los objetivos de su gestión, Malcorra manifestó que está la necesidad de avanzar en el reconocimiento de los soldados enterrados como anónimos en las Malvinas.

Candidatura

Antes de conocer la noticia que indicaba el fin a la carrera de Malcora para suceder a Ban Ki-moon, la canciller debió defenderse de las acusaciones sobre la “mercantilización” de su cargo. Ante los chazos de los senadores del PJ-FpV, Ruperto Godoy, Marina Riofrío, y el más duro, Julio Catalán Magni, la ministra lamentó la falta de apoyo y consideró que “la decisión del Presidente de apoyar mi candidatura a la ONU debería ser valorada por la sociedad argentina”. Catalán Magni, de Tierra del Fuego, advirtió que Malcorra usó su candidatura a la Secretaría General como “un desafío personal, en detrimento del diferendo por Malvinas, y eso causa mucho dolor y tristeza a los argentinos”. Malcorra no pasó por alto la acusación, y respondió: “No tomo lo que acaba de decir como un agravio pero me afecta personalmente, que usted considere que estoy mercantilizando Malvinas, es un trato injusto que no merezco ni como canciller ni como persona” y agregó que “si usted considera que es una forma indecorosa como presento la visión argentina por defender una candidatura estamos leyendo dos historias distintas y me resulta un poco difícil de digerir”.

Minutos después de finalizada la reunión, y una vez anoticiada de los resultados de la votación en la ONU, la canciller expresó vía twitter el agradecimiento al presidente “por su confianza” y aseguró que “representaré al país de la mejor manera posible. Continuaré con la tarea que me encomendó”, alejando rumores sobre una posible renuncia de su cargo.

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