Gestos cordiales en públicos y fotos sonrientes en la Quinta de Olivos. Malestar en privado. Que la tregua impuesta entre el Ejecutivo Nacional y el gobierno de la provincia de Santa Fe, y reuniones como éstas tratan de apaciguar. “El Presidente me garantizó que el compromiso que se asumió con la provincia se va a mantener y que, en la medida que sea necesario, se van a disponer más efectivos”, señaló el visitante Miguel Lifschitz, al salir de la reunión, dando cuenta de la principal preocupación que lo llevó a encontrarse con Mauricio Macri: que el envío de más de 6 mil agentes de las fuerzas federales no resentirá el operativo prometido para su provincia.
Desde Casa Rosada no dieron su versión de los hechos. Sólo un escueto comunicado, en el que se indica que ambos repasaron “los planes de obras para mejorar la infraestructura y el hábitat de los sectores con mayor requerimiento de ayuda social” y “la reducción de los costos aeroportuarios y de transporte” y “dialogaron” sobre el envío de fuerzas de seguridad federales a Santa Fe.
El gobernador aseguró que la reunión, a solas, fue “una buena charla”, adelantó que el miércoles próximo se reunirá con la ministra Patricia Bullrich y admitió que no le corresponde al gobierno provincial dar precisiones sobre el número de efectivos de Gendarmería que llegarán a Santa Fe.
