En la danza de nombres que ya resuena en las filas de Cambiemos para encabezar las listas de senadores nacionales en la elección clave de la provincia de Buenos Aires, dos de los que tomaban más fuerza quedaron parcialmente observados. Por distintas razones. Por un lado, el presidente Mauricio Macri negó en una entrevista que concedió durante el fin de semana que su ministro de la Educación, Esteban Bullirch, sea candidato. “No lo tengo que elegir ahora, pero te descarto uno: no voy a sacar a uno de los mejores ministros de la historia de Educación por una elección”, señaló el Primer Mandatario cuando se le preguntó sobre esa posibilidad. En tanto, la diputada nacional Elisa Carrió, una de las socias fundadoras de Cambiemos, impugnó al intendente del PRO en Vicente López, Jorge Macri, primo del Presidente. “Tiene problemas de corrupción. Si hay discusión, habrá internas dentro de Cambiemos”, sostuvo la legisladora.
La supuesta candidatura de Bullrich tenía aval interno en el PRO. De un lado y otro de la General Paz. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta es uno de sus impulsores. Y también tendría la venia de la gobernadora María Eugenia Vidal, que cada vez tiene un rol más importante en el armado territorial bonaerense para 2017, más allá de la gestión. Por eso sorprendió, de alguna manera, la declaración del presidente Macri en relación a Bullrich y su candidatura. “No he hablado de una sola candidatura. Siento que faltan años. La prioridad es ocuparnos de los problemas. Y el mandato de la gente es ese. Lo que más aplaude la gente en este sistemático recorrido que he hecho en la Argentina en estos meses es verme trabajando junto a los gobernadores y a los intendentes que no pertenecen a mi partido: la gente quiere eso. Merece soluciones y sentir que no perdemos el tiempo en pavadas. Vamos a tener campañas precisas y cortas porque la tarea no es hacer campaña”, sostuvo al respecto, antes de descartar la postulación de su ministro de Educación, con elogios incluidos.
