Es la pelea que viene, señalan cerca de los gobernadores. Como quedó en claro en varios encuentros de mandatarios. Ayer, el gobernador santafesino Miguel Lifschitz reactualizó la disputa por fondos con una nueva exigencia al Gobierno de Cambiemos. Le exigió que cumpla con el pago de la deuda con la provincia por fondos coparticipables descontados y aseguró que si no hay acuerdos “en el corto plazo” volverán a recurrir a la Corte Suprema. En el Gobierno, en tanto, esperan que el veredicto de las urnas les amplíe el margen de acción y anticipan que el presidente Mauricio Macri convocará a los gobernadores para tratar el tema “integralmente”, lo que supone que la negociación por el Fondo de Reparación Histórica del Conurbano también formará parte del temario.
“El Gobierno siempre dice que va a haber un acuerdo próximo, pero eso nunca se concreta y no llegan las propuestas. Para llegar a un acuerdo tienen que haber reuniones, propuestas, acercamientos hasta llegar a un marco de coincidencias. Pero mientras eso no se dé es una expresión de deseo, una forma de patear la pelota para adelante”, dijo Lifschitz a una radio rosarina, luego de las críticas por la ausencia en el Presupuesto 2018 de esos fondos, de varias propuestas entre las partes y fuertes contrapuntos.
Desde Casa Rosada pretende incorporar el caso Santa Fe a la negociación general por fondos entre la Nación y la provincia, que también incluye el reclamo de la gobernadora María Eugenia Vidal por destrabar el tope al famoso Fondo del Conurbano, cuestión que está en la Corte Suprema y sobre la que las provincias también tienen que dar su opinión. “Las provincias están recibiendo más recursos que nunca en la historia, no sólo porque la recaudación este año viene mejor, sino porque también, producto de la devolución del 15% de la coparticipación que se negoció el año pasado, todas las provincias están recibiendo entre 60 y 90% más”, señaló días pasados el ministro del Interior, Obras Públicas y Viviendas.
Siendo el más visible, el reclamo de Santa Fe no fue el único que se produjo ayer. El gobernador tucumano Juan Manzur, por caso, solicitó que se revea la decisión del Ejecutivo Nacional “para que tengamos un desarrollo armónico y equitativo, generando inclusión, por medio de las obras de infraestructura que se realizan con recursos nacionales”. “Poco más del 50% del presupuesto para las obras del año que viene se va para la Capital Federal y provincia de Buenos Aires; el 2% o menos es para Tucumán”, remarcó el mandatario. Otro que estuvo duro fue el mandatario pampeano Carlos Verna, con quien el Gobierno ya acumula varios cruces. Ayer le recriminó a Frigerio su ausencia a una actividad en General Pico para la que se anunciaba su presencia y volvió a apuntar contra la gestión de Macri: “En los últimos 34 años, desde que el peronismo gobierna esta provincia, entregamos 40.404 viviendas. Es decir, 1.200 viviendas por año. Y en el Presupuesto de la Nación del año 2018 a La Pampa le han asignado 63 millones de pesos. Es decir, vamos a poder hacer 50 casas en toda la provincia”, se quejó el mandatario.
