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La política del bono

24 octubre de 2016

Joaquín Morales Solá, “El temor al regreso del populismo”, La Nación.

“Los empresarios entienden la realidad con la ley de la oferta y la demanda en la mano: ¿por qué deberían invertir ahora, deducen, si gran parte de las empresas grandes y medianas (ni hablar de las pequeñas) tiene ociosa entre el 40 y el 50 por ciento de su capacidad de producción? Sin embargo, el temor al regreso del populismo es fácilmente perceptible en todos ellos, incluidos funcionarios con concepciones distintas y empresariosdediferenteporte. Conclusión: el populismo no está muerto.

“La directa y, por momentos, osada apelación de Macri al compromiso empresario en una cumbre de hombresdenegociosnofueunreclamode adhesión personal. Los empresarios, para hacer una arbitraria síntesis del pedido presidencial, deben “romperse el traste” para alejar al populismo de cualquier horizonte cercano. Estaba refiriéndose a una información que circula entre funcionarios y políticos: una parte del empresariado está demorando sus inversiones a la espera de lo que sucederá en las elecciones del año próximo (?)

“El Gobierno no ve las cosas tan oscuras como los empresarios nacionales. Hay, dice, dos Argentinas: una está enel interiorrural, conunaeconomía en franca reactivación por los beneficios que le dio al campo, y la otra está en los centros urbanos, donde todavía la recesión se hace sentir (?)

“Gobierno y empresarios están seguros de que entre marzo y abril la reactivación estará en la percepción de la gente común, aunque los funcionarios esperan que la economía promueva buenas noticias mucho antes. Basan sus expectativas en tres razones: entonces llegará la parte gruesa de los dólares del campo; el blanqueo podría reforzar los dólares del Gobierno y de los bancos, y Brasil volverá a crecer”.

Julio Blanck, “Las batallas invisibles que enfrenta Vidal”, Clarín

“Según la consultora Isonomía, escuchada por el jefe de Gabinete Marcos Peña, la alta imagen de la gobernadora tiene como respaldo una solidez que otros referentes políticos no alcanzan. “Explican que al igual que Macri, Vidal juega con el pasado y el futuro a favor: la “herencia recibida” que aún justifica medidas ingratas y la expectativa de que las cosas serán mejores en el mediano plazo. Pero el capital propio del gobernante es el presente ?dicen los expertos? y en ese campo Vidal está muy firme. La opinión más extendida que recogen en los sondeos es que la gobernadora “está luchando contra las mafias”. Ese fue el mandato de quienes la votaron. Transmitir la impresión de que se está cumpliendo la promesa electoral es lo que consolida su imagen.

“Macri, después de un año muy duro en lo económico y social, no disfruta de esa condición. Por eso su buen índice de aceptación sería algo más volátil (?)

“La relación armónica con el Frente Renovador de Massa y con los sectores peronistas alejados del kirchnerismo le resultó clave a Vidal para sostener la gobernabilidad desde la Legislatura provincial. Y así seguirá siendo, a pesar de cortocircuitos, mientras no lo haga imposible la necesaria diferenciación propia del año electoral.

“Un espacio fuerte de cooperación se da con los intendentes, en especial los peronistas, que consiguieron de la gobernación un trato y una provisión de fondos hasta ahora desconocidos. Fue una sugerencia de ellos volver a desplegar gendarmes en las zonas más calientes del Gran Buenos Aires. “Vidal consiguió el compromiso de Macri y, aún en proporciones módicas, Ritondo y la ministra nacional Patricia Bullrich oficializaron el despliegue de efectivos en una docena de municipios. La cifra se estirará hasta llegar a más de 30 distritos. Es un calmante transitorio”...

Mario Wainfeld, “La gran jornada y el contexto”, Página 12.

“El paro y movilización nacional de mujeres del miércoles 19 resultó el hecho político más importante de la semana, en especial porque ratifica movidas anteriores y anticipa continuidad. La acción directa es una de las claves del año y del futuro cercano: minorías celosas de sus derechos ocupan calles y plazas, articulan, crean nuevas maneras de expresión o se valen de las tradicionales. Ninguna es oficialista, casi todas son francamente opositoras (?)

“Signo de la época: la vitalidad de la protesta social supera a la de los partidos políticos. Es más veloz y rotunda, por decirlo mal y pronto, dato cuya relevancia se agiganta, cuando falta un año para las elecciones de medio término (?)

“La protesta social frenó o aminoró ciertas decisiones del oficialismo. Sus vertientes no se encolumnan detrás de un partido político, aunque hay militantes y adherentes de varios en sus filas (casi nadie de Cambiemos).

“La otra irrupción de estos días fue la Mesa de Diálogo Social en la que platicaron funcionarios nacionales, gremialistas, corporaciones empresarias (?)

“La CGT fue, amablemente, de punto al cónclave. Mientras sigan las negociaciones, tan brumosas de momento, debe diferirse un juicio definitivo pero da la sensación es que los compañeros popes se conforman con poco.

“El resurgir corporativo y la baja cosecha gremial son las malas nuevas cuando octubre empieza a terminar. La fuerza y la vitalidad del primer paro nacional en la era macrista, protagonizado por mujeres, carga el otro platillo de la balanza. Todas estas historias continuarán”.

Mauricio Maronna, “Jarrones chinos y algunos rompecabezas para armar”, La Capital.

“Los ex mandatarios, los pesos pesado de la política, a veces son como grandes jarrones chinos en apartamentos pequeños. La cita que alguna vez expresó Felipe González en referencia a los presidentes que habían dejado el poder puede extenderse a otros protagonistas. Y, perfectamente, encallar en la política nacional y provincial.

“El presente político en los partidos o frentes demuestran realidades bifrontes, en algunos casos, o diferencias de anclaje ideológico, en otros. De cara a los comicios de 2017 en el mediano plazo y de relación con el Gobierno Nacional en el presente continuo, el socialismo santafesino deberá componer una relación con el gobernador que impida traumas.

“De esas cosas, entre otras, hablaron el presidente Mauricio Macri y Miguel Lifschitz algunas de las veces que se encontraron cara a cara. El contenido puntual de esas conversaciones, su textualidad y derivación política depende del interlocutor que relate el off. Lo empírico es que Lifschitz necesita cumplir el pedido que le hizo Macri: serenar los ánimos y sacarles volumen a los entornos que dificultan “la construcción de confianza”, como admitió el jefe de Gabinete, Marcos Peña, a La Capital (?)

“Esa contraposición de creencias se hace mucho más visible y estentórea en el peronismo. Cristina es un jarrón chino en todo el sentido de la expresión que vertió Felipe González. En el PJ saben que no hay forma posible de convertirse en alternativa real y concreta de poder con el kirchnerismo, pero comienzan a comprobar que sin el poder de fuego que le queda a la ex presidenta en la provincia de Buenos Aires tampoco podrán hacerse grandes expectativas. Al menos por ahora”.

Carlos Sachetto, La paz social que todos van a pagar”, La Voz del Interior de Córdoba.

“Con el previsible acuerdo alcanzado el miércoles en la mesa tripartita que reunió al Gobierno, la CGT y entidades empresarias, el presidente Mauricio Macri se ilusionó con un final de año de baja conflictividad social y un nuevo estiramiento de los plazos de tolerancia que todavía dispone su gestión. La realidad, sin embargo, le tiene reservados algunos obstáculos. “En principio, el bono compensatorio por la pérdida de valor adquisitivo de los salarios a causa de la inflación no solamente no alcanza para solucionar los problemas, sino que va a crear otros que podrían derivar en situaciones irritativas.

“Con mayores o menores dificultades, y en algunos casos hasta con financiamiento crediticio, las empresas del sector privado van a terminar cumpliendo con lo acordado. La perspectiva no es la misma para los tres niveles del Estado, con municipalidades o provincias fuertemente deficitarias.

“Por lo pronto las dos CTA conducidas por Hugo Yasky y Pablo Micheli, antes de conocer detalles de la implementación del bono, ya han declarado una jornada nacional de protesta para la primera quincena de noviembre. Entre ambos concentran como afiliados a gran parte del kirchnerismo más intransigente y a la izquierda sindical.

“El otro sector que se propone cargar de preocupación al Gobierno es el de los movimientos sociales, engrosados por esa inmensa legión de beneficiarios de planes de ayuda que reclaman igual trato que los trabajadores formales.

“En la agenda gubernamental sigue pendiente la negociación con esas agrupaciones que son determinantes para el mantenimiento de la paz callejera durante las fiestas de fin de año. La imagen de los saqueos a supermercados y desbordes policiales para esa época todavía sigue siendo muy fuerte en la memoria de todos”.

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