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Gobierno

La insoportable individualidad del ser

El Gobierno demuestra un proceder sistemático para el alineamiento dentro de sus propias filas, del cual únicamente la vicepresidenta se puede escapar.

La vicepresidenta Victoria Villarruel.
La vicepresidenta Victoria Villarruel.
25 julio de 2024

El evento que puso de manifiesto que las diferencias en la fórmula presidencial se han acrecentado es paradigmático de su disputa. Victoria Villarruel tuvo la osadía de lanzar un mensaje inconsulto que fue muy popular entre el nicho de seguidores del Gobierno. La particularidad es que el presidente dejó trascender su molestia como nunca antes, sentenciando frente a su militancia que la dama de hierro no es de confianza.

La vicepresidente representa un doble paradigma para un Gobierno que ha demostrado tener baja tolerancia a las disidencias. Por un lado, porque por su posición nacionalista incomoda al presidente en sus posiciones más dogmáticas e impopulares que niegan la importancia de la Nación y el rol histórico del Estado. A su vez, en un contexto de adoctrinamiento interno, Villarruel es la única que el presidente no puede echar.

Las últimas semanas ha comenzado a funcionar, con éxito, el sistema mediante el cual los seguidores más fanáticos de Javier Milei detectan y denuncian a los funcionarios que no se terminan de alinear. Más allá de quienes fueron apartados de la administración, el método tiene como objetivo principal darle importancia a la obediencia, amedrentar, pero sobre todo distinguirse de posiciones más tenues. 

En un contexto donde Mauricio Macri decidió avanzar con una estrategia independiente, diferenciándose del Gobierno y de los dirigentes del PRO que ya entiende como perdidos frente a La Libertad Avanza, para Milei es fundamental marcar las líneas de la traición. Con una metodología con muchos paralelismos a la ejecutada por el kirchnerismo, en este caso la red para instalar temas en agenda y aleccionar a los propios dirigentes es manejada por la troika presidencial a través de sus títeres virtuales.

Pero la meta al interior del movimiento de esta estrategia comunicacional se ciñe a su diferenciación con otros sectores del liberalismo o el conservadurismo que eventualmente podrían ser rivales electorales ¿Villarruel entra en esa bolsa? Para el grupo de títeres virtuales, si.

Macri demuestra leer muy bien esta situación y está avanzando, tanto a nivel nacional como local, en integrar a los dirigentes expulsados-espantados de LLA. El expresidenteapuesta a que la crisis de su partido se puede superar y hasta revertir. Si las purgas libertarias continúan pero no llegan los resultados económicos esperados, el PRO es el único espacio con legitimidad para representar al joven electorado, que poco después de nacer, puede quedar huérfano.

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