El expresidente Carlos Menem visitó ayer al papa Francisco durante casi una hora en la residencia de Santa Marta, en El Vaticano. “Un encuentro excelente y muy gratificante”, según la versión del senador riojano, quien describió al pontífice como “una de las figuras más importantes de mundo, quizás la más importante”. Menem, de 86 años, llegó a la residencia papal acompañado por su hija Zulema y sus dos nietos, con vino de su bodega, grappa riojana y estatuillas de madera con la figura del pontífice como regalos. En un encuentro “distendido”, como también lo calificó el expresidente, y en el que no faltaron los chistes futboleros, hablaron “de la situación en Argentina, de Italia, que es un país maravilloso y del mundo”.
“Ya nos conocíamos, cuando él estaba en Buenos Aires yo alguna vez fui a sus misas”, recordó Menem. Durante su presidencia, Menem siempre fue considerado como más cercano a los grupos opuestos a Francisco dentro de la Iglesia Católica, vinculados al ex embajador en el Vaticano Esteban Caselli y al ex secretario de Estado de la Santa Sede Angelo Sodano. Luego del encuentro, Menem tuvo varios contactos con la prensa argentina en la que, además de evaluar el encuentro, analizó la coyuntura política argentina, con algunas consideraciones positivas para el presidente Mauricio Macri y críticas hacia Cristina Fernández de Kirchner. Con respecto al actual gobierno, Menem pidió “darle tiempo”, aunque advirtió que “no es lo mismo ser presidente de un club importante como Boca que llegar a la presidencia de la Nación”. Respecto de Cristina fue más duro: “Estuvo 12 años en el Gobierno, pero ya pasó. Y cuando se deja el poder, es muy difícil pensar en retornar”, expresó. “Primero, tiene que preocuparse por Comodoro Py. Fue citada, tiene algunas imputaciones. Y después, reintegrarse al mundo de la política”, sostuvo.
