Balotaje en Chile

El efecto Kast: su triunfo reordenaría la región y pondría a prueba a Milei

El Presidente sumaría un aliado afín ideológicamente y, en paralelo, debería replantear su política exterior ante la posibilidad de construir un polo regional.
José Antonio Kast y Javier Milei
Denise Chmois 17-11-2025
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Poco a poco, aquel escenario en el que Javier Milei debía compartir espacios protocolares con líderes de izquierda empieza a diluirse. Si José Antonio Kast triunfa en el balotaje del 14 de diciembre en Chile -resultado que muchos dan por descontado tras el respaldo anunciado por Johannes Kaiser y Evelyn Matthei-, el Presidente sumaría un nuevo aliado internacional afín ideológicamente. Ese giro podría reconfigurar el mapa político regional y obligar a Milei a repensar su estrategia exterior entre dos caminos: sostener la bilateralidad o ensayar una alianza regional.

"El Presidente tendrá, del otro lado de los Andes, alguien con quien puede sentir afinidad ideológica", introdujo el analista Ignacio Labaqui. "Eso debería contribuir a una mejor relación bilateral con Chile que la que hay con Gabriel Boric", agregó. Labaqui recordó, en este sentido, el episodio en la asunción de Rodrigo Paz Pereira en Bolivia, el 8 de noviembre, cuando Boric evitó pararse para saludar a Milei.

Boric evitó pararse para saludar a Milei en la asunción de Paz Pereira 

En esa línea, Juan Negri, director de la carrera de Estudios Internacionales de la Universidad Di Tella, señaló que la afinidad ideológica contribuye a la sintonía personal, reduce costos diplomáticos y le otorga legitimidad a los mandatarios, que podrían ubicarse dentro de una corriente exitosa, especialmente si los gobiernos logran buenos desempeños.

El Presidente retuiteó mensajes a favor de Kast y en contra de Jeannette Jara, la candidata oficialista que será su contendiente en el balotaje y que lo superó por tres puntos en la primera vuelta. Entre esas publicaciones se destaca la del secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, integrante de las Fuerzas del Cielo, quien afirmó que "la región comienza a seguir el camino de grandeza iniciado por Javier Milei". Al respecto, Negri afirmó que "Milei podría capitalizar discursivamente la idea de que su victoria marcó la agenda en la región".

Labaqui, sin embargo, advirtió que el principal beneficiado no sería necesariamente Milei. "Más que ayudarlo a Milei, ayuda a Donald Trump. Tendría un aliado más dentro de la región", sostuvo. En un contexto en el que el presidente estadounidense busca recuperar influencia en América Latina, el eventual triunfo de Kast sería un espaldarazo para sus objetivos.

¿Bilateralidad o nuevo polo regional?

Con los triunfos de Paz Pereira en Bolivia y la posible victoria de Kast en Chile -sumados a la sintonía con Santiago Peña en Paraguay-, el consultor Julio Burdman planteó que empieza a tomar forma la opción de un polo regional.

Sin embargo, advirtió que ese escenario implicaría un viraje en la política exterior de Milei: "En la actualidad su enfoque está basado en una bilateralidad con Estados Unidos y en la idea de que no hay aliados. La política de Milei pareciera reflejar la de Israel: un único país en la región rodeado de países adversarios en términos ideológicos. La posibilidad de que haya varios gobiernos afines en el Cono Sur plantea un desafío, porque implicaría replantear la narrativa de su política exterior. Pasaría de basar su legitimidad en ser el único a tener que construir una legitimidad como líder de un conjunto de países".

Milei basa su política exterior en la bilateralidad con Estados Unidos

En este último punto, Burdman y Negri difieren. "Creo que Milei estaría conminado a asumir un rol de liderazgo regional, con la pregunta de cómo funcionaría eso, porque hasta ahora su política exterior se basó en lo contrario: un bilateralismo casi extremo y una reivindicación casi romántica de su lugar como 'el único amigo de Estados Unidos en América del Sur'", sostuvo Burdman.

Negri, en cambio, relativizó la idea de un liderazgo automático: la afinidad ideológica "no necesariamente lo convierte en un primus inter pares", dijo, ya que cada país tiene lógicas propias y, además, "Milei no cree demasiado en la construcción de bloques regionales".