En medio de las crecientes tensiones entre Occidente y China, la Unión Europea acordó reanudar el diálogo y establecer mecanismos de resolución de disputas para seguir siendo parte de la "historia de éxito" del Gigante Asiático.
"Las empresas de la UE quieren ser parte de la historia de éxito de China, por lo que es importante que dediquemos tiempo a discutir el entorno empresarial", dijo el Comisario de Comercio de la UE, Valdis Dombrovskis, en el marco de su visita a Pekín.
El bloque de 27 miembros se ha quejado últimamente de la falta de igualdad de condiciones en China y la politización del entorno empresarial.
Así, aunque la segunda economía más grande del mundo sigue siendo fundamental para las cadenas de suministro de las empresas europeas, los ejecutivos se sienten cada vez más incómodos a medida que la economía flaquea y aumentan las tensiones geopolíticas.
Actualmente, el déficit comercial de la UE con China se amplió a US$ 276.600 millones en 2022 desde los US$ 208.400 millones del año pasado.
Tras las reuniones, el viceprimer ministro, He Lifeng, dijo que China estaría dispuesta a aceptar más exportaciones europeas: "China espera que la UE ejerza moderación en el uso de medidas correctivas comerciales y estabilice las expectativas de desarrollo comercial entre China y la UE".
La Comisión Europea declaró recientemente que investigará si deben imponer aranceles para proteger a los productores europeos de una "inundación" de importaciones de vehículos eléctricos (VE) chinos más baratos que, según dice, se benefician de subsidios estatales.
La UE expresó que estaba abierta a la competencia, incluso en el sector de los VE, pero que la competencia tenía que ser justa, mientras que Pekín ha calificado la investigación de proteccionista.
