Mientras el mundo observa con preocupación la guerra entre Rusia y Ucrania, China, el principal rival de Estados Unidos, realizó este fin de semana importantes anuncios económicos y militares.
Por un lado, el premier chino, Li Keqiang, informó que la meta de crecimiento del PIB para 2022 es del 5,5%. Esta representa la cifra más baja en los últimos 30 años, ya que desde 1991 no se ubicada en menos del 6%.
El nuevo objetivo está muy por debajo de la expansión del 8,1% del 2021. Sin embargo, Li Keqiang consideró que “conseguir este objetivo requerirá arduos esfuerzos".
Aunque la economía china se viene desacelerando desde fines de 2021, golpeada tanto por la crisis de su sector inmobiliario como por las estrictas restricciones sanitarias, la actual guerra en Ucrania ha empeorado las cosas.
El Gigante Asiático es uno de los principales consumidores de materias primas en el mundo, por lo que está siendo directamente afectado por los aumentos de los precios de los alimentos y el petróleo.
Además, los mismos podrían incrementarse aún más si Rusia decide bombardear Odessa, ciudad donde se encuentra uno de los puertos de cereales más importantes del mundo.
Por ello, el Partido Comunista, del cual se espera que en los próximos meses apruebe un tercer mandato presidencial de Xi Jinping, está tratando de impulsar el consumo interno, aunque no ha obtenido grandes resultados. Una prueba de esto es que en diciembre tuvo un superávit comercial de US$ 94.500 millones, el más alto excedente comercial mensual de su historia.
Por otro lado, teniendo en cuenta el actual contexto bélico, el premier confirmó que el gobierno aumentará el gasto en defensa 7,1%, el más alto en los últimos tres años. Así, realizará una inversión de US$ 229.000 millones para modernizar sus fuerzas armadas con el fin de contrarrestar la influencia de EE.UU. en la región del Indo-Pacífico.
