Este jueves, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio a conocer su presupuesto, el cual incluye mayores impuestos para los ricos.
El líder demócrata desafió a la oposición republicana sobre la responsabilidad fiscal, destacando los planes para reducir el déficit en casi US$ 3 billones durante 10 años, algo que se lograría al aumentar los impuestos de quienes ganan más de US$ 400.000 al año.
En general, el presupuesto aumentaría el gasto federal en los doce meses a partir de octubre a US$ 6,8 billones desde los US$ 6,2 billones gastados en el año fiscal 2022.
"Durante demasiado tiempo, los trabajadores se han estado rompiendo el cuello, la economía los ha dejado atrás, mientras que los que están en la cima se salen con la suya", dijo Biden.
El plan es una declaración política que desafía directamente las amenazas del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, de bloquear un aumento en el límite de la deuda federal de US$ 31,4 billones a menos que Biden acepte controlar el gasto federal.
"Quiero dejar en claro que estoy listo para reunirme con el orador en cualquier momento, mañana si tiene su presupuesto. Escríbalo, dígame qué quiere hacer. Le mostraré lo que quiero hacer, verá que podemos estar de acuerdo", agregó Biden al respecto.
El mandatario busca financiar un mayor gasto y reducir el déficit con un impuesto mínimo del 25% a los multimillonarios y duplicar el impuesto a las ganancias de capital del 20%.
También quiere cuadriplicar un impuesto de recompra de acciones del 1%, lo que podría provocar el malestar de los inversores, a los que necesitaría para financiar cualquier campaña de reelección.
Pero, más allá de las disputas ideológicas, en el presupuesto quedó muy en claro que el envejecimiento de la población significa que el gasto en programas sociales seguirá siendo un lastre a largo plazo.
Uno de cada cinco estadounidenses tendrá la edad de jubilación para 2030 y el presupuesto proyecta un déficit de más de US$ 1 billón cada año durante los próximos 10 años.
La deuda total aumentaría a casi el 110% del PIB en 2033, una cifra que se acerca a la registrada durante la participación del país en la Segunda Guerra Mundial.
Para el próximo año fiscal, la administración proyectó un crecimiento económico del 1,5%, un desempleo del 4,6% y una inflación del 2,4%.
