El Banco de Rusia sorprendió hoy con una rebaja de 300 puntos de la tasa de interés, la tercera desde abril, y la ubicó en 11%.
La decisión pudo tomarse como consecuencia de una reducción de la tasa de inflación favorecida por el fortalecimiento del rublo a partir de los mayores ingresos que generó la suba de los precios de la energía y los alimentos producto de la invasión a Ucrania.
El rublo fue una de las monedas que más se revalorizó frente al dólar este año, un desempeño que el mercado no esperaba.
La tasa de inflación mantendrá su tendencia a la baja en los próximos meses y el Banco de Rusia estima que del actual 17,5% anual se reduciría a un rango entre 5% y 7% en 2023.
La reducción de la inflación permite poner en marcha estímulos monetarios para impulsar el nivel de actividad, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los países, que han dispuesto medidas restrictivas para frenar la inflación.