Además de una gran crisis humanitaria, la guerra contra Rusia hará que Ucrania, uno de los mayores productores mundiales de cereales, pierda gran parte de su cosecha.
Según Viktoriia Mikhalchuk, portavoz de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el país europeo perderá este año hasta la mitad de su cosecha de trigo de invierno debido al conflicto bélico.
“Según la estimación preliminar de la FAO, el 49% del trigo de invierno y el 38% del centeno no se recogerán, pues están en territorios que Ucrania ha dejado de controlar o donde hay intensas operaciones bélicas”, advirtió Mikhalchuk.
A este problema de superficies de cultivo se suma la escasez de fungicidas y herbicidas, capaz de reducir la cosecha ucraniana 30% según profesionales del sector.
Otra de las dificultades para Ucrania, que en la temporada 2020-21 fue el séptimo productor mundial de trigo y el sexto de maíz, es que sus principales puertos en el mar Negro se encuentran bloqueados por las fuerzas rusas, por lo que tampoco puede exportar la cosecha que sí está bajo su poder.
Así, esta sumatoria de problemas pone en jaque a todo el mundo, ya que podría producirse una crisis alimentaria sin precedentes.
Sin embargo, no todas son malas noticias: tras conocerse que Rusia está dispuesta a facilitar corredores humanitarios para los envíos de alimentos desde Ucrania, los futuros del maíz y del trigo en Estados Unidos cayeron considerablemente.
