Los principales bancos centrales del mundo convencieron a los mercados de que la baja de la tasa de interés no será inminente y eso hizo que la cotización de las acciones volara en todas las Bolsas.
La Reserva Federal y el Banco Central Europeo dieron a conocer esta semana las actas de sus últimas reuniones.
En el caso de la Fed, que decidió mantener la tasa de interés en un rango de 5,25% - 5,50%, la mayoría de sus integrantes consideran que es demasiado prematuro para pensar en un aflojamiento de la política monetaria. Esa visión se sustenta en que la inflación todavía no bajó lo suficiente mientras que el nivel de actividad se sostiene y el mercado de trabajo continúa dando muestras de solidez.
Y los indicadores conocidos recientemente refuerzan esas tendencias. En este contexto, la mayoría de los analistas se inclinan por esperar el primer recorte de la tasa para la reunión de de la Fed de junio. Hasta hace poco una parte del mercado apostaba a que podría darse en marzo.
En la misma línea, se movió el BCE cuyas actas se conocieron este jueves. Sus integrantes dejaron en claro que las tasas se mantendrán en este nivel por un tiempo y que no puede pensarse en recortes sin un una caída más pronunciada de la tasa de inflación.
A las autoridades monetarias les sorprendió que a pesar del fuerte apretón monetario de los últimos años, los índices de precios no se hayan doblegado más. Y por eso van a esperar antes de hacer un cambios en sus estrategias.
Los mercados, que consideraban que el proceso de bajas de tasas empezaría en marzo, aceptan ahora que deberán aguardar hasta mediados de año.
Los analistas estiman que a la tasa se ubicará al cierre de 2024 en Estados Unidos en un rango de 4%-4,25% en Estados Unidos y en 3,5% en la zona euro.
Si bien los mercados suelen recibir bien que las tasas bajen, en esta oportunidad también observan que la decisión de los bancos centrales es consecuencia de que la actividad económica global está mejorando.
