En la actualización realizada hoy de sus Perspectivas Económicas Mundiales publicadas en abril, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo su proyección de crecimiento de la global en 6%. Pero varió el aporte que harán las distintas regiones a esa expansión. Y la explicación de esa divergencia está en la diferencias que se observan en el proceso de vacunación. Mientras que los países desarrollados ya vacunaron en promedio al 40% de su población, los emergentes solo cubrieron hasta ahora al 11%.
Por ese motivo, el crecimiento económico de las economías desarrolladas se incrementó medio punto con relación a abril y sería de 5,6% mientras que las de los países emergentes y en desarrollo se contrajo 0,4% y alcanzaría a 6,3%.Entre los países avanzados, Estados Unidos liderará la expansión con una suba del PIB de 7% mientras que la zona euro crecerá 4,6%. Mientras que la proyección de crecimiento para China se recortó levemente y se ubica en 8,1%.
El otro motivo que explica el mejor desempeño de los países desarrollados es que mantienen sus políticas de estímulo fiscal mientras que en muchos países emergentes ya se terminaron o recortaron. A su vez, el FMI considera que la tasa de inflación en los países desarrollados llegará a 2,4% este año, pero que considera que la aceleración que se observa a factores transitorios y que se reducirá en 2022 para ubicarse en 2,1%. Sin embargo, seguirá alta en algunos países emergentes lo que exhibirá una diferencia más en el escenario global.
El FMI corrigió al alza el pronóstico de crecimiento para Argentina que ahora se estima en 6,4%, 0,6 puntos más que en abril. La suba del precio de las commodities, un proceso de vacunación más rápido que el esperado y el mejor desempeño de Brasil , cuyo PIB crecería 5,3%, explican la mejora según el organismo.
