China, el segundo país más poblado del mundo (este año fue superado por India), representa una oportunidad comercial inmejorable para casi todos los rubros. Un ejemplo de esto es el del sector de los automóviles, ya que en 2021 China se convirtió en el país donde más unidades se compraron en todo el mundo.
Esa noticia no sería tan sorprendente si se tuviera en cuenta que históricamente el Gigante Asiático ha sido un mercado muy atractivo para los fabricantes extranjeros, los cuales ofrecían la mayor cantidad de unidades.
Sin embargo, desde hace años, China se ha estado desarrollando en esta área, lo que le permite cada vez aumentar más su producción: según la consultora AlixPartners, las marcas de automóviles chinas están en camino de representar poco más del 50% de los automóviles vendidos en su mercado local este año gracias a un creciente dominio en los vehículos eléctricos.
Esto representaría todo un hito, ya que sería la primera vez que los fabricantes de automóviles chinos controlan una participación mayoritaria del mercado de automóviles del Gigante Asiático.
Durante las últimas cuatro décadas, el mercado automotriz de China ha estado dominado por marcas globales establecidas como Volkswagen y Toyota, que operan en empresas conjuntas con socios chinos.
Pero los precios competitivos, los lanzamientos más rápidos de nuevos modelos y el auge de los fabricantes de automóviles eléctricos nacionales, como BYD, Nio y Xpeng Motors, han cambiado la dinámica de las marcas de automóviles fabricados en China.
Un dato arrollador es que China superó a Japón como el mayor exportador de automóviles del mundo en el primer trimestre de este año.
AlixPartners también pronosticó que las ventas totales de automóviles en China crecerían 3% este año a 24,9 millones de vehículos, recuperándose al nivel de ventas anterior a la pandemia.
