El jueves se informará que luego de la fuerte expansión de 4,9% en el tercer trimestre, el crecimiento del PIB de Estados Unidos se habría desacelerado hasta el 2% en el cuarto. Los analistas estiman que en 2023 el PIB subió 2,7%.
A su vez, el viernes se publicará el Indice de Previos de los Gastos en Consumos Personales, que es la medida de inflación que más toma en cuenta la Reserva Federal para definir su política monetaria.
El índice núcleo, que excluye a los rubros más volátiles, mantendría su tendencia declinante pasando del 3,2% anual en noviembre al 3% en diciembre. El dato renovará los argumentos de los que esperan una baja de la tasa en marzo o más tardar en mayo.
Del otro lado del Atlántico hay coincidencia en que el Banco Central Europeo no tocará la tasa de interés en su reunión del jueves. Pero hay discrepancias sobre cuándo comenzará a bajarla.
Las recientes declaraciones de los funcionarios del BCE dan a entender que junio será el mes en el que empezarían los recortes. Sin embargo, el mercado apuesta a que será en abril.
Christine Lagarde, en la conferencia de prensa posterior la reunión de la entidad, podría dar algunas pautas sobre sus próximos pasos.
- De todas maneras, la clave de las decisiones que se adopten estará en los datos de inflación y de actividad que se conocerá en las próximas semanas.
En Brasil, el Indice de Precios al Consumidor Amplio-15 que midió el comportamiento de la inflación durante la segunda quincena de diciembre y la primera de enero, que se conocerá el viernes, mostraría una leve baja. En ese contexto se espera que el Banco Central disponga una nueva reducción de la tasa de interés en su reunión prevista para los días 30 y 31.
