Los datos de la economía China muestran señales mixtas en la medida en que se fueron levantando las restricciones impuestas en el marco de la política de tolerancia cero al Covid. La producción industrial registró una suba de 0,7% anual en mayo. De todas maneras, muchos analistas destacan que el resultado es consecuencia de un gran incremento en la actividad del sector energético, pero que en la mayoría de los sectores industriales se sigue registrando una contracción.
Por otra parte, la inversión en activos fijo subió 6,2% en mayo, pero se trata de un retroceso en términos reales porque hubo una suba del 8% en los precios a los productores. El freno del sector inmobiliario fue el principal responsable de ese resultado. A su vez, las ventas minoristas cayeron 6,7% en términos interanuales en un contexto de mayor propensión a la ahorro que al consumo mientras que la tasa de desempleo urbano se redujo levemente desde el 6,1% en abril al 5,9% en mayo.
En julio se conocerán los datos sobre el PIB del segundo trimestre que dejará en claro la dificultad que tendrá el Gobierno de cumplir con su objetivo de crecimiento de 5,5% este año. La mayoría de los bancos de inversión lo ubican apenas por encima del 4%. Las autoridades enfrentan un desafío porque las medidas de estímulo monetario para impulsarla actividad pueden agravar la debilidad del yuan y aumentar la salida de capitales del país en un momento en el que la Reserva Federal está subiendo la tasa de interés.
