Este domingo, Grecia aprobó su presupuesto para 2024, pronosticando un aumento del crecimiento económico de hasta el 2,9% desde el 2,4% de este año.
El aumento se produciría como resultado de los sólidos ingresos por turismo y los fondos de la UE que ayudan a la inversión.
El presupuesto fue aprobado con 158 votos a favor, lo que supone la mayoría del gobierno conservador del primer ministro Kyriakos Mitsotakis, en una cámara de 300 escaños.
Atenas apuntará a un superávit presupuestario primario, que excluye los costos del servicio de la deuda, del 2,1% del PIB en 2024, frente a un superávit del 1,1% este año.
Grecia, la nación más endeudada de la zona del euro, se ha recuperado fuertemente desde que salió de los rescates internacionales por un valor de más de 260.000 millones de euros en 2018, lo que marcó el final de una crisis de deuda de una década.
El país, que recuperó su estatus de grado de inversión en 2023 después de 13 años, necesita mantener superávits presupuestarios primarios para asegurarse de que su deuda sea sostenible.
El PIB griego creció 8,4% y 5,9% en 2021 y 2022, respectivamente, mientras que la deuda descendió 35 puntos porcentuales en los últimos dos años (del 206% durante la pandemia al 171% del PIB el año pasado).
Justamente, como prueba de su mejora, el pasado viernes Grecia reembolsó anticipadamente préstamos por un total de 5.290 millones de euros, que no habrían vencido hasta 2024 y 2025.
Se trata de préstamos concedidos en 2010 por parte de otros Estados de la Unión Europea (UE), en el marco del primer rescate financiero decidido para evitar la insolvencia del país. El año pasado, Atenas reembolsó también anticipadamente toda su deuda con el FMI, casi dos años antes de lo previsto.
