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Diferencias y similitudes

Entre la misión de Putin y el propósito compartido de Musk

Putin y Musk tiene fuertes diferencias, pero ambos son ambiciosos y están dispuestos a hacer lo que crean necesario para conseguir sus objetivos y seguir incrementando su poder

Putin se ha planteado una misión que sólo contempla su interés personal y Musk, le propone a la sociedad un propósito.
Putin se ha planteado una misión que sólo contempla su interés personal y Musk, le propone a la sociedad un propósito.
Juan Carlos Lynch 09 mayo de 2022

Entre Vladimir Putin y Elon Musk hay una enorme cantidad de diferencias, tal como señaló hace poco el intelectual libio-venezolano Moisés Naím en una muy buena nota publicada por el diario La Nación. Sin embargo, los dos, de alguna manera, buscan lo mismo: cambiar el mundo.

Putin, cuya fortuna está estimada en mas de U$S 200.000 millones y tiene un enorme poder que ha buscado consolidar a través de un régimen de gobierno autocrático que ha expulsado e incluso asesinado impunemente a los que lo cuestionan, sueña con restablecer una suerte de nueva Rusia zarista, en la que él -obviamente- ocupe el lugar de zar.

Musk, que tiene una fortuna equivalente a la del ruso y, también, un enorme poder construido mediante el desarrollo de empresas de pagos electrónicos, autos eléctricos, satélites espaciales, chips que permiten la conexión del cerebro con equipos electrónicos y hasta una nueva generación de equipos de construcción que pueden hacer cosas que hasta hace poco eran impensables, sueña con una civilización digital, sustentable y multiplanetaria que sea capaz de asegurar su perdurabilidad.

Ambos son ambiciosos y están dispuestos a hacer lo que crean necesario para conseguir sus objetivos y seguir incrementando su poder.

Un ejemplo de ello, aunque con enormes diferencias de forma, es que Putin quería Ucrania y la invadió, y que Musk quería Twitter y lo compró.

Ambos saben, también, que el mundo cambió. Que los enormes avances tecnológicos de las últimas décadas han democratizado a la sociedad, han empoderado a la gente, exigen crear conexiones de valor para ser relevantes y obligan a replantear propósitos de manera colaborativa, contemplando intereses que van más allá de los propios.

Sin embargo, mientras que uno, Putin, se ha planteado una misión que tiene que ver con el pasado y sólo contempla su interés personal, el otro, Musk, le propone a la sociedad un propósito compartido que tiene que ver con el futuro y que convoca al conjunto de la gente para construir un destino mejor.

La forma en que Putin quiere cambiar el mundo nos llevaría, eventualmente, a un escenario que sólo le conviene a Putin. La forma en que propone hacerlo Musk puede cambiar el rumbo de la civilización y beneficiarnos a todos.

La pregunta clave entonces es cuál de estos dos intentos por cambiar el mundo tiene más chances de imponerse sobre el otro en el mundo actual.

En un mundo que está cada vez mas influido por fuerzas como la velocidad, la transparencia, la colaboración y la conciencia social, tiendo a creer que lo más probable es que nosotros y las generaciones por venir vivamos en una sociedad mas parecida a la que sueña Musk, que una Rusia zarista versión 5.0.

Creo que en un mundo en donde el papel de las personas es cada vez relevante y en donde es la gente la que influencia a la gente, el futuro pasa más por los entendimientos y los consensos que impulsen el progreso, que por las imposiciones de alguien que se siente iluminado.

El propósito compartido que nos propone Musk genera empatía y entusiasma a un mundo que necesita reinventarse y que parece estar bien lejos de esa misión personal que tan brutalmente intenta imponer el dictador ruso.

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