El Banco Central Europeo subió la tasa de interés 25 puntos básicos y la llevó a 3,75%, el nivel más alto desde octubre de 2008.
Desde que comenzó el ciclo alcista en julio de 2022, la tasa acumula un incremento de 375 puntos básicos para hacer frente a una mayor inflación.
- El incremento dispuesto hoy es más moderado que los tres anteriores que habían sido de medio punto.
Pero a diferencia del comunicado de ayer de la Reserva Federal, el BCE no dio ninguna señal de que haría una pausa en la suba de tasas.
"No es el final del viaje" dijo la titular del BCE Christine Lagarde en la conferencia de prensa posterior a la reunión.
Esa definición es consecuencia de que la inflación general en la zona euro se mantuvo en un elevado 7% anual en abril, muy por encima de la meta de 2% mientras que la subyacente, que excluye a los rubros más volátiles, bajó un escalón y ubicó en el 5,6%.
La tendencia descendente de la inflación desde su pico de 10,1% en noviembre del año pasado, fue la que permitió que la suba de la tasa fuese menor que las previas. La baja de los precios de la energía luego de su fuerte aceleración como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania, explica el comportamiento del índice general de precios.
El BCE tiene que hacer equilibrio porque un excesivo apretón monetario puede provocar una recesión. Por ahora, predomina entre los analistas la visión de que el crecimiento será muy bajo, pero que no habrá una contracción de la actividad.
- También debe tomar en cuenta la fragilidad que se observa en algunas entidades financieras.
De todas maneras, Lagarde no cierra ninguna puerta y ratificó que las decisiones se irán tomando de acuerdo a los datos que se vayan conociendo.
- Los mercados no tuvieron reacciones significativas porque el paso del BCE estaba descontando.
En lo que va del año, el euro se revalorizó 3% frente al dólar y podría hacerlo algo más en la medida que la política monetaria en la zona euro podría ser más estricta que la de Estados Unidos en los próximos meses.
