Según un nuevo estudio, los bosques y otros ecosistemas terrestres no lograron frenar el cambio climático en 2023, ya que la intensa sequía en la selva amazónica y los incendios forestales récord en Canadá obstaculizaron su capacidad natural para absorber dióxido de carbono.
En consecuencia, una cantidad récord de dióxido de carbono entró en la atmósfera de la Tierra el año pasado, impulsando aún más el cambio climático.
Como resultado, la tasa de crecimiento del dióxido de carbono en la atmósfera aumentó un 86% en 2023 en comparación con 2022.
Según científicos de la Universidad de Tsinghua, en China, la Universidad de Exeter, en Inglaterra, y el LSCE, que dirigió la investigación, un factor importante que generó esta situación fueron las temperaturas récord a nivel mundial que secaron la vegetación en el Amazonas y otras selvas tropicales.
Esto impidió que dichos ecosistemas absorbieran más carbono y, al mismo tiempo, provocaron incendios récord en Canadá.
"Imagina tus plantas en casa: si no las riegas, no son muy productivas, no crecen, no absorben carbono", dijo Stephen Sitch, coautor del estudio y experto en carbono de la Universidad de Exeter.
"Pongamos eso a gran escala como la selva amazónica", agregó.
Por su parte, Anthony Walker, modelador de ecosistemas del Laboratorio Nacional de Oak Ridge, en Estados Unidos, que no participó en el estudio, explicó que "cuanto menos carbono absorban los ecosistemas terrestres, menos combustibles fósiles podrá quemar el mundo antes de que la humanidad supere los objetivos climáticos globales".
