Las ventas al exterior de China crecieron 7,1% en el primer bimestre de este año con relación al mismo periodo de 2023, superando las proyecciones del mercado. A su vez, las importaciones aumentaron 3,5%.
- El superávit comercial acumulado en los primeros dos mese del año fue de US$ 125.000 millones.
Se trata de una buena noticia para la segunda economía del mundo. Sus propias autoridades esperaban un peor desempeño del sector externo como consecuencia del enfriamiento de la demanda global.
El comportamiento de las exportaciones se conoció en un momento en que el Gobierno se fijó como objetivo que el PIB crezca 5% este año.
Tanto los organismos internacionales como los analistas privados creen que es poco probable que se logre una expansión de esa magnitud dados los problemas del sector inmobiliario y la persistente deflación.
El impacto de un menor crecimiento de China se reflejará en una tendencia declinante en el precio de muchas commoditties de las que es la mayor importadora mundial. No es un hecho alentador para los países que las exportan.
Pero el dato positivo es que China está exportando deflación al resto del mundo favoreciendo la tarea de los bancos centrales de los países desarrollados que quieren acercarse cada vez más a cumplir con la meta de inflación del 2%.
