El dólar comenzó un ciclo alcista contra una canasta de monedas a mediados de la década pasada, pero algunos analistas consideran que podría finalizar pronto.
Lo mismo se pensaba a fines del año pasado cuando se suponía que la Reserva Federal recortaría la tasa de interés en tres o cuatro oportunidades durante 2024.
Pero como la inflación se mantuvo más elevada de lo esperado, la restricción monetaria se sostuvo y con ella el valor del dólar.
En los próximos meses algunos factores podrían provocar una devaluación del dólar. Por un lado, se observa cierto enfriamiento en la economía estadounidense lo que abriría la puerta a un aflojamiento de la política monetaria por parte de la Fed antes de fin de año.
Este viernes se conocerán datos clave en ese sentido como son los indicadores del mercado laboral de mayo.
Por otra parte, está mejorando el desempeño económico de Europa y de China lo que podría impulsar la cotización del euro y el yuan.
De todas maneras, en el cortísimo plazo podría darse una caída del euro a partir de la baja de la tasa que podría decidir el Banco Central Europeo este jueves.
- Un dólar más débil suele ser una buena noticia para la actividad global. Y favorece en particular a los mercados emergentes.
Este año también jugará el factor político dado que los mercados consideran, que en caso de ganar las elecciones, Donald Trump volverá a insistir con la necesidad de tasas de interés bajas que conducen a un dólar más débil.
El cambio de tendencia puede no ser inminente, pero muchos analistas advierten que hay elementos que permiten afirmar que el ciclo alcista de la moneda estadounidense no será eterno.
