Aunque el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha recortado considerablemente la diferencia en las encuestas con Lula da Silva, el líder de izquierda sigue siendo el máximo favorito de cara a los comicios de octubre.
A principios de año, la ventaja del líder del PT llegó a ser de más de 20 puntos. Sin embargo, en las últimas semanas Bolsonaro ha recuperado terreno y, según varios sondeos, solo se encuentra a cinco puntos de Lula.
Esto no le alcanzaría al mandatario para imponerse en el hipotético balotaje y, a partir de ahí, podrían comenzar los verdaderos problemas. Muchos creen que, al igual que Donald Trump en Estados Unidos, Bolsonaro no reconocerá los resultados, lo que podría provocar una rebelión de sus seguidores.
En este sentido, ayer el jefe del Tribunal Electoral de Brasil advirtió que el país podría enfrentarse a un ataque similar a los disturbios del Capitolio de EE.UU. en 2021.
El temor surge porque Bolsonaro, que tiene a Trump como su ídolo, ha denunciado en más de una oportunidad que el sistema de voto electrónico de su país es muy manipulable, aunque no ha presentado ninguna prueba al respecto.
El magistrado Edson Fachin, que dirige el Tribunal Superior Electoral (TSE), dijo durante un discurso en Brasilia que el ataque de los partidarios de Trump "es una advertencia de la posibilidad de regresión que enfrentamos y que puede infiltrarse en nuestro entorno nacional y que, en rigor, lamentablemente ya ha ocurrido".
"La urna electrónica permitió la superación de esas inquietudes. Es la urna electrónica la que trae paz y seguridad a nuestro proceso (…) Brasil ya no consiente con aventuras autoritarias", agregó.
