Históricamente, Brasil se ha considerado a sí mismo un país con relevancia mundial. Por ello, siempre mantuvo un vínculo de competencia con Estados Unidos. Prueba de esto es que les exigía visa de entrada a los ciudadanos norteamericanos que deseaban visitar su territorio.
Sin embargo, en 2019, el expresidente Jair Bolsonaro decidió, de manera unilateral, suspender las visas para los estadounidenses y ciudadanos de otros países, como Japón Australia y Canadá, con el objetivo de aumentar el turismo.
Pero, ahora, con Lula da Silva en el poder, Brasil estaría analizando reanudar los requisitos de visa de entrada para los ciudadanos de estos cuatro países.
Por un lado, la decisión estaría relacionada con que los brasileños todavía necesitan visas para viajar a dichos destinos. Además, la medida tomada en 2019 habría debilitado la capacidad de Brasil para negociar con esos países.
Estudios realizados por el gobierno brasileño también mostraron que el impacto en las cifras de turismo fue mínimo, aunque la llegada de la pandemia del coronavirus también puede haber limitado su potencial impulso.
Por ejemplo, el número de turistas de los EE. UU., que representan una pequeña fracción de los turistas en Brasil, en 2022 aún estaba por debajo de las cifras de 2018.
Además, el número de turistas japoneses cayó en 2019 a 4,5% y solo 17.000 visitaron Brasil en 2022.