Ven que "persisten riesgos" y los mercados se frenan

Tanto a nivel internacional, como a nivel local, una idea con dos palabras fue la que le puso freno a la euforia que vivieron los mercados el jueves después de la abultada baja de tasas que decidió la Reserva Federal el miércoles: "Persisten riesgos", dijeron los analistas este viernes tanto en Wall Street como en los análisis sobre lo que puede suceder en los tiempos que vienen en  Argentina.

Esos "riesgos" que se mantienen tanto en EE.UU. como a nivel local son de tenor diferente. En la Bolsa de Nueva York la inquietud tiene que ver con el tamaño de la baja de tasas que determinó la Fed, ya que muchos economistas esperaban una baja de 25 puntos básicos, y al decidirse un descenso de 50 puntos, de 5,5 a 5% anual, se teme que el Banco Central norteamericano tenga datos de riesgos recesivos que el mercado todavía no tiene. Incluso parece haber planes de bajar la tasa base del organismo en otros 100 puntos antes de fin de año y en otros 100 puntos adicionales en 2025, dependiendo claro de los indicadores que vayan apareciendo sobre inflación y empleo.

En cambio, esa misma comunicación, incluso con la misma frase "persisten riesgos" fue la que coronó este viernes un comunicado de la agencia de calificación Moody's, al afirmar que "el plan económico del presidente Javier Milei es positivo, pero persisten riesgos políticos y con las reservas". El riesgo político fue arengado encima con una llamativa presión del papa Francisco luego de reunirse en Roma con el dirigente social Juan Grabois. El máximo referente de la Iglesia Católica dijo con una declaración claramente en contra el gobierno de Milei: "En vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta".

Ese cuadro de situación, con diferentes riesgos en uno y otro mercado, determinaron que en EE.UU. la Bolsa de Nueva York se frenara, y que se produjera una nueva suba para los metales preciosos, con el oro en un récord histórico sin precedente y con la onza de plata en máximos de doce años. Pero, sorpresivamente, a nivel internacional el dólar siguió siendo tomado como refugio en muchos países (subió fuerte en Brasil por ejemplo), pero las criptomonedas, que venían repuntando, tuvieron un súbito freno.

Y a nivel local, con una muy particular declaración de Cristina Kirchner, quien desde afuera, para cazar votos en la elección de 2025, esta vez dijo que el peronismo debe cambiar de estrategia: "Los trabajadores no deben seguir tomando medidas que los enfrente con la sociedad", en clara alusión al colapso que hubo durante toda la semana con los vuelos en los 27 aeropuertos del país. Y como además el blanqueo viene lento, el Gobierno decidió autorizar a que se pague el blanqueo con dólares, por lo que las cotizaciones libres tuvieron un leve repunte. Mientras que tras una semana con fuertes subas, se anotó una leve baja en bonos, con riesgo país en mínima alza. Y también hubo un día negativo en la Bolsa porteña, con pocos negocios, y una baja en bloque en los ADR argentinos en Nueva York.

Pero más allá de todos estos movimientos y advertencias, el día parece haber sido como una especie de sintonía fina que provocó una vibración pero que no altera las tendencias que se vinieron observando últimamente. De hecho, este viernes las tasas largas de EE.UU. se aplastaron: se pagó 3,9% anual a 1 año de plazo, 3,5% anual a 5 años, 3,7% anual a 10 años y 4% anual a 30 años. Y a pesar de eso, en el exterior el dólar subió 1,7% en Brasil, 1% en Japón, 0,6% en México, no cambió contra el euro y en Chile y bajó 0,2% en China y 0,3% contra la libra.

Y en el mercado cambiario local, con el dólar exportador a $1.045,87, el BCRA pudo comprar en el mercado US$ 64 millones, y al final del día el BCRA sumó US$ 134 millones para las reservas. Y con eso, el dólar blue subió $5 hasta $1.245, el Senebi subió $1,25 hasta $1.228,45, el MEP subió $1,74 hasta $1.200,17 y el contado con liquidación subió $4,23 hasta $1.225,30 pesos. Por lo que la brecha entre oficial y blue fue del 24% y la del CCL con el mayorista fue del 27%. Y en ese marco debe recordarse que en julio la brecha cambiaria estaba en el 62%, y la autorización para que el blanqueo se pueda pagar con dólares probablemente pueda ponerle un freno al descenso de las cotizaciones libres.

Con toda esta situación, después de una suba notable, los títulos públicos tuvieron una rueda con pocos negocios y muy diversificados, es decir operados con muchos papeles. Con lo que los bonos argentinos bajaron apenas 0,3%, por lo que  el riesgo país subió 18 unidades hasta 1.319 puntos básicos, es decir nada que parezca realmente preocupante.

En papeles privados, con osos y toros de Manhattan preguntándose si viene un aterrizaje suave o una recesión, hubo cierre mixto en la Bolsa de Nueva York, ya que el Dow subió 0,1%, pero el S&P bajó 0,2% y el Nasdaq achicó 0,4%. Al tiempo que hubo una baja del 1,6% en la Bolsa de San Pablo y un descenso del 1,3% en la de México.

Y el mercado bursátil local corrió con la misma tendencia. Con mucho menos volumen, $39.630 millones de pesos operados en acciones y $43.989 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires bajó 1,3%. En tanto que los ADR argentinos en NY sufrieron una baja en bloque del 1% al 3,3% para Edenor, Cresud, Bioceres, TGS, YPF, Central Puerto, IRSA, Francés, Macro, Loma Negra y Galicia.

Con todo ese marco, las materias primas están en un serrucho casi permanente. El petróleo subió 0,3%. Los metales básicos actuaron mixtos. En Chicago hubo precios a la baja para el maíz y la soja, con repunte para el trigo. Y en Rosario, el girasol y el trigo subieron, pero la soja sufrió un fuerte recorte.

Pero lo más distintivo de este viernes fue la decidida inclinación de los inversores conservadores más por los metales preciosos que por las criptomonedas. El oro llegó a un récord sin precedentes de US$ 2.647 y la onza de plata ya está en US$ 31,50. Pero el Bitcoin, que venía con mucho envión, sufrió una baja del 0,7%, con posiciones algo más favorables para el resto de las criptomonedas.

Lo crucial para Argentina de este momento, justo cuando Milei y Caputo van a Nueva York para, entre otras cosas, ver si por fin logran destrabar algún tipo de asistencia, es saber si la oposición política puede complicar la gobernabilidad y conseguir un buen resultado en la elección de medio término en 2025.