Panorama

Los inversores se alejan de lo estatal y el riesgo sube más

Los inversores dejan el peso, el BCRA pierde reservas y su deuda crece. Los bonos bajan. Los dólares financieros suben. La Bolsa es alimentada por pesos encerrados.
En EE.UU. datos de inflación y empleo anticipan una Fed dura y eso golpeó a Wall Street.
Luis Varela 17-02-2023
Compartir

Imparable, y sin que se encuentre ninguna solución para que las variables cambien de tendencia, el mercado argentino siguió sumergido ayer en la misma dirección: el Banco Central pierde reservas y se endeuda cada vez más, los tipos de cambio siguen con precios sostenidos, los bonos retroceden, el riesgo país acaba de saltar por encima de los 2.000 puntos y lo único que se sostiene es la Bolsa, ayudada por pesos encepados que huyen de todo lo estatal y no encuentran otra cosa que comprar.

Esta paulatina degradación que viene mostrando el mercado argentino, con un Indec que acaba de informar que en enero una familia tipo necesitó $163.530 para no ser pobre y $72.045 para no ser indigente (o sea más de lo que gana un jubilado), volvieron a aparecer datos complicados en EE.UU., que plantean la posibilidad de que la Reserva Federal eleve en marzo la tasa corta norteamericana más de lo pensado, y eso se transforma en viento en contra para todos los mercados, especialmente los emergentes, y aún más el argentino, que es uno de los más débiles de la región.

Los datos estadounidenses

Las cifras que le agregaron temperatura al mercado norteamericano tienen que ver con inflación, con empleo y con actividades sectoriales. Por un lado se conoció el dato de los precios mayoristas del mes pasado, con una suba del 0,7% mensual, bastante por encima de lo esperado. Al mismo tiempo se supo que las solicitudes de desempleo bajaron a 194.000 por debajo de los 195.000 casos de la medición anterior, por lo que la suba de tasas que se hizo hasta ahora no está afectando al mercado estadounidense global. Pero sí está empezando a complicar a algunos sectores, como el de la vivienda, ya que los permisos de construcción mostraron una caída del 4,5% al peor nivel desde mayo de 2020.

Frente a todos estos indicadores, analistas e inversores comenzaron a advertir que hay alta chance de que la suba de la tasa corta de la Fed sea más grande y sostenida que lo esperado hasta ahora. De hecho, cuando todo el mundo viene esperando que en marzo Jerome Powell anuncie que subirá ese indicador en 0,25%, de 4,75 a 5% anual, aparecieron dos directores de la Fed que agregaron más preocupación: James Bullard (de la Fed de St Louis) y Loretta Mester (de la Fed de Cleveland) afirmaron que no descartan que la suba de la tasa corta en marzo sea del 0,5%, y ya pase a 5,25% anual.

Esta posición tan inestable y ciclotímica está agregando una lenta desconfianza por la seguridad que pueden tener los principales bancos centrales del mundo para manejar la alta inflación global. Y con eso la Bolsa de Nueva York terminó ayer con números en rojo, pero lo que más sobresalió es que se acentuó el rally de criptomonedas, con cotizaciones tanto del Bitcoin como del Ethereum que regresan como zombies desde el fondo de la tierra, mientras que Charlie Murger, de Berkshire Hathaway reiteró que "es ridículo que alguien compre ese tipo de valores".

Lo cierto es que el temor a que la Fed suba más la tasa en marzo y en mayo siguió sosteniendo las tasas largas de EE.UU.: tanto que se pagó 5% anual a 1 año, 4,1% a 5 años, 3,9% a 10 años y 3,9% a 30 años. Y lo particular del caso es que como todos esperan que una recesión el altamente probable en EE.UU., a pesar de las tasas sostenidas esta vez el dólar global no se fortaleció. En el exterior el dólar subió 0,2% contra la libra y 0,1% contra el euro, pero bajó 0,1% en Chile, 0,2% en Japón y Brasil y 0,4% en México.

Alejándose del peso

En Argentina, mientras tanto, la presión de los inversores por dejar el peso y todo lo que tenga que ver con valores estatales están obligando al Gobierno a quemar cada vez más reservas y a endeudar al Banco Central y al Tesoro de manera notable. Tras los $401.680 millones tomados como deuda el miércoles (algo que extrañamente se toma como un festejo) ayer se realizó la licitación revancha y, con 28 ofertas, el Gobierno se endeudó en otros $14.729 millones en Ledes al 87,2% de tasa nominal y en Lecer con una sobretasa de más del 5%. De ese total, el 52% del dinero captado fue en una letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER mas 5,24% a descuento  con vencimiento 16 de junio de 2023 (x16j3 - reapertura) y el 48% restante en una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de mayo de 2023 (s31y3 - reapertura).

Ante la respuesta que sigue dando el mercado, cuando el país está a 26 semanas de las PASO, con reuniones muy previas del FdT y de JxC para tratar de ir definiendo candidatos, en ningún caso sin anunciar planes que convenzan a la población, los inversores siguen de salida. Y por eso, el Gobierno está muy enfocado en pausar la corrida cambiaria en proceso, para que el dólar no supere los $400, ya que pasar de ese nivel encendería todas las alarmas y pondría todo en mayor aceleración.

Por eso, usan al dólar como ancla: el dólar mayorista subió ayer apenas 45 centavos, con un aumento del 5,8% en los últimos 30 días, por debajo de la inflación. Y en consecuencia, la autoridad monetaria se vio obligada a quemar ayer en el mercado otros US$  46 millones y a endeudarse más en leliqs cortas, chupando de los bancos depósitos por otros $768.187 millones. Con ese esfuerzo, y la actuación de manos amigas, el dólar blue bajó $2 hasta $377, pero el dólar Qatar subió 46 centavos hasta $399,40, el MEP subió $1,38 hasta $357,61y el contado con liquidación subió 44 centavos hasta $369,44. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 89% y la del CCL con el mayorista fue del 92%.

Pero probablemente más alergia se sintió fue en los bonos. El BCRA y el Tesoro están utilizando tanto los títulos públicos para evitar que los dólares libres no suban más rápidos que el efecto secundario fue una nueva caída promedio del 1,7%, por lo que el riesgo país trepó en 57 unidades, hasta 2.056 puntos básicos, el mayor nivel en cinco semanas.

La Fed y las bolsas

La chance de que la Fed siga convertida en una aspiradora de fondos hizo temblar a Wall Street, aunque no tanto al resto de las bolsas. Se anotó una fuerte baja en la Bolsa de Nueva York: con caída del 1,3% para el Dow, baja del 1,4% para el S&P y descenso del 1,8% para el Nasdaq. Mientras que hubo suba del 0,4% en la Bolsa de San Pablo y alza del 1,1% en la de México.

En el mercado bursátil local, con los pesos encepados, sin salida, hay abandono de papeles oficiales pero se compran acciones locales porque es uno de los lugares permitidos por el Gobierno por lo menos hasta ahora. Así, con $4.614 millones operados en acciones y $6.952 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 0,8%. Al tiempo que los ADR argentinos que cotizan en Nueva York tuvieron suba del 2% al 5% para Supervielle, Telecom, Francés, Bioceres, Edenor, Loma Negra, IRSA y Central Puerto; con baja del 2,9% para Mercado Libre.

Mientras tanto, los commodities siguen danzando al compás de la expectativa de recesión en varios sectores del mundo, al efecto del terremoto en Turquía y con consecuencias de la nueva embestida de Rusia sobre Ucrania. Con todo eso de fondo, hubo una nueva baja del 0,4% para el petróleo. Los metales preciosos evolucionaron sostenidos. Hubo subas para los metales básicos. En Chicago los granos tuvieron cotizaciones mixtas, al igual que en Rosario, donde volvió a subir el trigo y sin operaciones con soja, ya que los productores están esperando la aparición del dólar soja 3.0. Y, como dijimos antes, el desconcierto es tan grande que una parte de los inversores busca refugio nuevamente en las criptomonedas, tanto que hubo un salto del 6,8% para el Bitcoin con panorama mixto para el resto de los valores del panel.