La batería de paros que siguen lanzando los gremios para desgastar al Gobierno, tal como sucedió con la Presidencia de Raúl Alfonsín, está sosteniendo la imagen de Javier Milei: para los votantes que sufren precipitada caída en sus ingresos, por lo menos para el 56% que lo votó, el Gobierno sigue en "luna de miel" y le siguen otorgando confianza, a la espera de resultados.
El dato surge de las estadísticas que realiza la Universidad Torcuato Di Tella, que encuentra que el respaldo que tiene el Presidente retrocedió muy poco, luego de tres meses con alta inflación y con sueldos que se quedaron retrasados, por el piso, que convierten a Argentina en uno de los países con los ingresos más bajos de toda la región.
¿Cómo puede ser que Milei sostenga el respaldo de la gente en una situación tan difícil? La respuesta de los analistas políticos es bastante sencilla. Lo primero que mira la gente es quién tiene el Presidente Milei enfrente: "Si es el kirchnerismo o los gremios, la respuesta es seguir votándolo con los ojos cerrados", ya que todos conocen dónde nos condujo ese tipo de corporaciones a lo largo de dos décadas decadentes.
Pero lo que más destacan los analistas es que la estrategia de Milei es pulsear con distintos opositores, que son instalados cada mañana en la conferencia de prensa del vocero Manuel Adorni, y a partir de allí Milei se dedica "vociferando" a desarrollar el "juego de la gallina", una versión que tuvo gran difusión en la película "Rebelde sin causa", en la que dos jugadores conducían sus automóviles hacia un precipicio, y el primero en saltar era considerado gallina.
Esta semana Milei desarrolló varios juegos de la gallina. Lo hizo con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, que amenazó con cortarle el petróleo y el gas a todo el país, y al final no lo hizo. También apareció el gobernador de La Rioja, que dijo que no iba a pagar un bono, y en este momento se encuentra negociando con sus acreedores para realizar el pago de la cuota correspondiente a este mes.
Algunos analistas políticos resaltaron que en este "juego de la gallina" Milei tiene todas las de ganar, ya que el Presidente luce como un desquiciado dispuesto a lo que sea con tal de lograr su objetivo. Y la peligrosa paradoja de esta actitud -con el Papa diciendo que no basta la legitimidad de origen, sino la legitimidad de ejercicio en el poder- es que puede suceder lo que pasó con el Quijote, la inmortal historia de Cervantes, donde en el primer libro el Quijote está loco y todos los demás cuerdos, pero en la segunda todos deciden participar de la locura del que perseguía Molinos de Viento.
Con este marco, y a la espera del discurso que dará Milei este viernes a las 21 en el recinto de la Cámara de Diputados, a los que llamó ratas hace muy poco, el mercado financiero siguió reaccionando de una manera muy particular: los dólares libres se hundieron más, cerrando el mes con la mayor caída en años (perdieron 13% promedio); al tiempo que el BCRA sigue sumando reservas, pero menos y los bonos repuntaron tras el paso atrás del riojano Ricardo Quintela, pero la que ofrece un resultado preocupante es la Bolsa, que volvió a caer duro (10% esta semana y 21% este mes), con otra muy pálida actuación de los ADR argentinos en Nueva York.
Esta confusa situación argentina, que tendrá un round decisivo en la apertura de ordinarias, a partir de la cual el protagonismo no será únicamente del Ejecutivo sino también del Congreso, llega en un momento en el que en EE.UU. se publica este jueves un indicador que le mueve las agujas a la Fed, la medición del gasto en consumo personal norteamericano, y eso puede trastocar toda la tendencia.
De hecho, luego de varios días con tasas largas hacia arriba, se concretó a lo largo de esta rueda una leve baja para las tasas largas de EE.UU.: se pagó 5% anual a 1 año de plazo, 4,3% a 5 años, 4,3% a 10 años y 4,4% a 30 años. Y con eso en el exterior el dólar subió 0,8% en Brasil, 0,3% en México, 0,2% contra la libra y 0,1% contra el euro y el yen, no cambió en China y bajó 0,3% en Chile. O sea el súper dólar sigue intacto, contra todos los pronósticos, por lo menos hasta ahora.
En Argentina, en cambio, el mercado cambiario ofreció un resultado exactamente opuesto. Con un dólar exportador de $925,93, el BCRA pudo comprar US$ 104 millones en el mercado y al final del día, el Banco Central sumó reservas por US$ 39 millones (que suben pero con escalones cada vez más escasos, y para el cobro de la cosecha aún falta más de un mes y medio).
Así y todo, los precios en pesos son tan absurdamente altos, que a nadie le alcanza para cubrir los compromisos, por lo que se siguen desarmando "canutos" que mueven hacia la baja al precio del billete. Tanto que el dólar blue cayó $25 hasta $1.045, el Senebi cayó $18,64 hasta $1.074,46, el MEP cayó $20,30 hasta $1.032,40 y el contado con liquidación perdió $17,80 hasta $1.074,86.
Y con eso la brecha entre el oficial y el blue fue del 17% y la del CCL con el mayorista fue del 28%. Y, atención, con muchos rumores de que Milei anunciará este viernes una señal sobre el cepo, sobre la dolarización o sobre el principio de competencia de monedas. Veremos.
En el panel de los títulos públicos, luego de la estruendosa reacción que hubo en el mercado del martes por el default del gobernador Quintela, que no pagó a tiempo un cupón en dólares de un bono de La Rioja, aparecieron contactos para negociar el pago del título, las aguas se calmaron temporalmente y, con alto volumen de negocios, los bonos argentinos repuntaron 0,7% y el riesgo país cedió 23 unidades hasta 1.730 puntos básicos, lo cual trajo bastante tranquilidad.
A nivel papeles privados todo está enfocado en lo que hará la Fed tras el dato de inflación, pero también trajo bastante intranquilidad el pedido de una parte de Moldavia para formar parte de Rusia y la ayuda de Corea del Norte a Vladimir Putin, enviándole armamentos a cambio de comida. En suma, toda esa combinación hizo que se desarrollara otro día con bajas en la bolsa de Nueva York: el Dow cedió 0,1%, el S&P bajó 0,2% pero el Nasdaq cayó 0,6%. Y en línea con esa tendencia, la Bolsa de San Pablo bajó 1,2% y la de México perdió 1,5%.
Pero si bien los bonos y el dólar mostraron una buena foto en la Argentina, el mercado bursátil fue bien diferente, tanto que la Bolsa porteña fue la peor de todas.
Con $19.641 millones operados en acciones y $39.642 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires bajó 3,4%. Y los ADR argentinos que operan en Nueva York anotaron subas del 1% al 2% para Bioceres y Macro, pero luego una baja en bloque del 1% al 3,5% para IRSA, Cresud, Telecom, Edenor, Pampa E, Supervielle, Loma Negrea, Mercado Libre, YPF y Central Puerto.
La convulsión geopolítica y el dato de inflación que se espera en EE.UU. mantuvo a las commodities en danza y a las criptomonedas estallando, tal como sucede desde hace varios dias. Hubo baja del 0,4% para el petróleo, metales preciosos y básicos mixtos y alguna tranquilidad argentina por un leve repunte para los granos, más en Rosario que en Chicago.
Pero el dato vibrante del día sigue siendo la huida de muchos inversores arriesgados, que salen de monedas, bonos y acciones y siguen apostando por escaparse de las garras de los fiscos, buscando refugio en el mundo cripto, tanto que hubo otra suba del 6,3% para el Bitcoin con resultados mixtos para el resto de los valores del panel, por lo que la criptomoneda más famosa ya superó los US$ 61.300 y está cada vez más cerca de su récord nominal de US$ 68.000 tocados hace 27 meses.
