Tensión
A comienzos de la semana pasada, economistas de todo el espinel afirmaban casi al unísono que una vez aprobada en Diputados la Ley Bases y las reformas fiscal y laboral el mercado argentino volvería a tener un clima claramente positivo y se abandonará la tensión cambiaria, con bajas de bonos y acciones, con suba del riesgo país que se viene repitiendo desde mediados de marzo.
Sin embargo, el viernes, después del cierre de los mercados, el ministro de Economía Luis Caputo dio una conferencia de prensa junto con el presidente del Banco Central Santiago Bausili, donde anunciaron que se pasaba a la Fase 2 del programa económico, con una movida inesperada: ya no se seguiría con licitaciones semanales para ir desarmando los pases que tienen los bancos con el BCRA, sino que se emitirá una "Letra de Programación Monetaria", con tasa flotante, a través de la cual todo el stock de pases dejará de ser pasivo del Central para pasar a ser deuda del Tesoro, que cubrirá el pago de los intereses que surjan de esos papeles con superávit fiscal.
La idea fue presentada sin demasiados detalles, ya que no se conoció cuán voluntario era el traspaso, ni tampoco que tipo de tasa o plazo tendrá la Letras que reemplazará a los pases. Y según se está viendo hasta el momento está todo en negociación, incluso los "puts" que hay en danza, seguros (derecho de vender un futuro subyacente a un precio determinado) para reintegrar el dinero a los bancos en caso que reclamen el pago de los pases.
Toda la movida tuvo una explicación muy lógica: al eliminar los pasivos remunerados del BCRA, la autoridad monetaria pasará a tener libertad de, por ejemplo, subir la tasa de política monetaria, para que los bancos paguen más por los plazos fijos, e induzcan a la población a estar menos tentada por buscar refugio en el dólar. La operatoria, que involucra a una suma millonaria, está en zona de trámite y supone un traspaso que todavía encierra muchas dudas.
La reunión de Caputo y Bausili con los banqueros comenzó antes de que abrieran los mercados, pero por la reacción que se vio en las cotizaciones fue más que evidente que, de tener dinero a un día que paga una tasa del 40% anual, las entidades pasarán a tener dinero a un plazo desconocido con una tasa todavía no fijada, por lo que -conocida la repetida historia argentina- luego de la macro licuación que se hizo con depositantes y jubilados, este trámite se parece bastante a un reperfilamiento como el que hizo a fines de agosto de 2019 el ex ministro de Economía Hernán Lacunza, cuando Mauricio Macri estaba por terminar su mandato presidencial.
Y, con el correr de las horas, el resultado que se vio en el mercado no pudo ser peor, ya que se desarrollo una jornada ciertamente complicada, a la que no se le puede calificar como rueda negra, pero sí se la puede asimilar con un gris bastante oscuro: todos los dólares libres, sin excepción, pegaron un fuerte salto hasta nuevos récords, los bonos argentinos bajaron y el riesgo país super los 1.500 puntos y la Bolsa porteña bajó, con derrumbes de hasta casi 10% sobre todo en los ADR bancarios que cotizan en la Bolsa de Nueva York.
Uno de los banqueros que asistió a la explicación se retiró bastante inquieto, sin entender qué tan "voluntario" era el traspaso, ni saber con certeza si los bancos podrán contar con el dinero a un día como tenían hasta ahora, y mucho menos se llegó a saber con certeza si la tasa del 40% anual se mantenía, con el agregado que todo el mercado considera más seguro al BCRA que al Tesoro, uno nunca defaulteó y el otro ya hizo nueve cortes de manga a los acreedores.
"Esto que estamos viendo es muy irregular -dijo el financista- veremos cómo quedan los números al final de todo este trámite. Pero no me refiero únicamente a este traspaso que hace Caputo con Bausili, sino también a algunas de las movidas un tanto incomprensibles que está haciendo el Presidente Milei.
El país está atravesando un momento bisagra y, después de tener durante años Gobierno de malandras, Milei se la pasa de viaje, haciendo shows libertarios, va a ver a Bolsonaro ahora, sin ir a la reunión del Mercosur para no ver a Lula. Y encima de todo eso insiste con el nombramiento en la Corte de un juez como Ariel Lijo, cuando casi el 80% de los juristas aconsejan a viva voz que no tome semejante decisión".
Veremos qué tan rápido se hace el trámite. Ya hubo demoras con el procesamiento de la Ley Bases y las reformas fiscal y laboral, por lo que, por ejemplo, por un retraso administrativo se perdió un mes de recaudación de impuesto a las ganancias muy importante para las provincias, en lo que sería otra actuación de mala praxis del Gobierno actual.
Sea como fuere, todo esto se dio en un momento en el que los mercados internacionales estuvieron bastante alterados por la elección en Francia, con el triunfo de la gente de la candidata de derecha Marine Le Pen y con la sociedad norteamericana expectante porque esta semana se conocerá el dato laboral, que dará pistas sobre lo que podrá hacer la Fed con su tasa base, cuando EE.UU. está por entrar a los cuatro meses previos a la elección del 5 de noviembre, con una situación muy inestable en el ala demócrata por la inestable actuación de Joe Biden en su debate anticipado con el candidato republicano Donald Trump.
Toda esa situación hizo que volvieran a subir las tasas largas de EE.UU.: se pagó 5,1% anual a 1 año de plazo, 4,5% anual a 5 años, 4,5% anual a 10 años y 4,7% anual a 30 años. Y con eso en el exterior el dólar subió 1,1% en Brasil, 0,6% en Chile, 0,3% en Japón y México y 0,1% en China, no cambió contra la libra y bajó 0,3% contra el euro.
Y en el mercado cambiario local, con todo este temblor de fondos bancarios, el BCRA pudo tener un día tranquilo en reservas. Con el dólar exportador a $1046,49, el BCRA compró US$ 50 millones en el mercado y al final del día el BCRA pudo sumar reservas por US$ 598 millones.
- Pero el dólar blue saltó $40 hasta un récord nominal histórico de $1.405, el Senebi saltó $50,50 hasta $1.419,19, el MEP brincó $64,68 hasta $1.412,64 y el contado con liquidación brincó $57,56 hasta $1.417,45. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 47% y la del CCL con el mayorista fue del 55%.
Mientras tanto, los bonos argentinos experimentaron otra jornada con clara presión vendedora, en la que con buen volumen, los títulos públicos bajaron otro 0,6%, por lo que el riesgo país saltó otras 57 unidades hasta 1.513 puntos básicos, alejándonos cada vez más de la zona de confort en la que el país podría tener acceso a los mercados internacionales de crédito voluntario.
En cuanto a papeles privados, a pesar de la posibilidad de que la Fed realice este año una sola suba de tasas, y en diciembre, bien separada de la elección presidencial, la Bolsa de Nueva York volvió a subir: el Dow mejoró 0,1%, el S&P tuvo un alza del 0,3% y el Nasdaq mejoró 0,8%. En tanto que la Bolsa de San Pablo subió 0,6% y la de México mejoró 0,9%.
Pero en el mercado bursátil argentino estuvo todo patas arriba. Con $22.757 millones operados en acciones y $24.996 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires bajó 1% en pesos (nada menos que 3,9% en dólares). Y, lo que es peor, los ADR anotaron bajas en bloque del 2% al 10% para Supervielle, Galicia, Edenor, Macro, Francés, IRSA, TGS, Telecom, Central Puerto, YPF, Cresud, Pampa E, Despegar, Loma Negra y Mercado Libre.
Debajo de lo sucedido con monedas, bonos y acciones, los commodities también tuvieron un día con mucho movimiento. Hubo una suba del 2,6% para el petróleo. Los metales preciosos actuaron sostenidos. Los metales básicos evolucionaron mixtos.
En Chicago, el trigo saltó 2,8%, la soja subió 0,8% y el maíz mejoró 0,2%. Pero en Rosario los granos apuntaron a la baja, con mermas menores para girasol soja y trigo, pero con una baja importante para el maíz.
Y, por último, donde hubo alivio fue en el mundo cripto, con un salto del 4,5% para el Bitcoin con mejoras similares para el resto de los valores de ese panel.
