La profundización de la crisis económica y el salto de la inflación junto a un mercado laboral frágil hacen que los trabajadores ocupados intenten aumentar sus ingresos.
Con salarios que corren detrás de la inflación, que en abril las consultoras estiman que superará nuevamente 7%, uno de cada diez trabajadores está buscando otro empleo, según un informe de la Bolsa de Comercio de Córdoba (BCC).
Más precisamente, el 13,1% de los ocupados plenos de los 3,1 millones que trabajan entre 35 y 45 horas semanales (lo que se considera "full time").
- Según la Encuesta Permanente de Hogares que releva el Indec, hay 9,4 millones de trabajadores remunerados, incluyendo a los full time, más los que tienen ocupación menor a las 35 horas semanales (subocupados) y a los que declaran más de 45 horas (sobreocupados).
El Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) distinguió a la población ocupada en cuatro clases sociales según el nivel de ingresos: clase baja (no alcanza la canasta básica total -CBT), media-baja (alcanza hasta 1,5 veces la CBT), media (hasta 4 veces la CBT) y alta (más de 4 veces la CBT).
Considerando en una sola categoría a los cuentapropistas y empleados que registran una sola ocupación remunerada (3,1 millones), 410.000 son los que buscan activamente otro empleo y son los denominados "ocupados demandantes".
De esos 410.000, el 20,2% es de clase baja; 21,8% de media-baja; 53,3% pertenece al estrato medio y 4,6% al nivel más alto de ingresos.
"Los datos revelan que los estratos sociales bajos y medios son los más afectados por la caída en el poder de compra, producto de los altos niveles de inflación. Se destaca que esos mismos segmentos son los más afectados por la informalidad laboral, que ronda el 37% en el país. Quien está afuera de la formalidad registra, en general, más pérdida del poder adquisitivo", indicó el informe de la BCC.
