Mientras el país vive una temporada turística de elevado movimiento, sigue el debate por el programa PreViaje entre el expresidente del BCRA, Federico Sturzenegger y el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens.
Todo comenzó con una columna en la que Sturzenegger relata como él y su familia recibieron un crédito de $200.000 en el marco del programa. “Para regalar plata el Estado argentino es de una eficiencia escandinava”, dijo sobre la rapidez de ese proceso (básicamente, cargar facturas). “Lo primero que debemos tener claro es que esos $200.000 alguien los va a tener que poner. No existe Papá Noel, con su ejército de duendes y elfos, que regala sin costo”, agrega.
Según el exbanquero central de Cambiemos, “es difícil saber cuánto terminará costando, pero si paga la mitad de los más de $70.000 millones ya registrados faltando algunos días para el cierre, podemos cómodamente estimar el gasto en, al menos, unos $30.000 millones”. La pregunta es, dice Sturzenegger, “¿qué impuestos podríamos bajar con $30.000 millones?”.
Lammens le respondió con otra columna. “Las críticas de Sturzenegger son una serie de enunciaciones dogmáticas y descontextualizadas que no consideran el peso del sector turístico en la economía nacional ni su capacidad como herramienta estratégica para salir de la crisis actual. El principal error de su columna es que analiza una política pública que llega a millones desde una mirada de clase, que roza lo egocéntrico, y no le permite ver el impacto positivo que PreViaje logró”, dijo el ministro.
Entre los elementos positivos lammens señala, obviamente, el impacto sobre el sector turístico (hoteles, restaurantes, servicios y logística) del estímulo a la demanda. Además, dice, “Previaje promueve la formalidad por duplicado, tanto en la preventa como en el uso del crédito, en un sector caracterizado por una mayor informalidad que la media de la economía, permitiendo al Estado Nacional incrementar la recaudación fiscal del sector y recuperar gran parte de la devolución del 50%”. Es un dato atendible que Sturzenegger no menciona.
También se podría considerar que miles de familias, en parte por el PreViaje, decidieron apostar por el turismo local, y no por el internacional. “También fue un incentivo determinante para que una franja de la clase media y media alta que habitualmente se toma sus vacaciones en Uruguay, Brasil o EE.UU., decidiera este verano viajar por los destinos maravillosos que tiene nuestro país. Eso no solo implica reactivación económica, destinos ocupados al 100% en gran parte del país y generación de empleo. Eso también significa que miles de millones de dólares que se van por la cuenta turismo se queden en el país, con lo importante que es cuidar las divisas en este contexto en el que Argentina está renegociando una deuda gigantesca con el FMI que contrajo, vaya paradoja, el Gobierno de Sturzenegger”, recordó Lammens.
Sobre el “costo fiscal”, Lammens dice: “Para decirlo simple y claro: por cada $100 que invirtió el Estado Nacional en Previaje, recuperó $83”.
El ministro también señaló que el programa permitió mantener a los actores privados del sector a flote, cuando el riesgo de quiebras de empresas y despidos de personal era altísimo. “En plena pandemia, los hoteles tomaron reservas, las aerolíneas vendieron pasajes y las agencias ofrecieron paquetes. PreViaje no solo sostuvo a miles de pymes turísticas durante la peor crisis de la historia del turismo producto de la pandemia del Covid- 19; también consiguió que el sector empezara a generar empleo de manera muy veloz en todo el país para afrontar una temporada de verano que promete ser récord”, agregó el ministro.
A la columna de Lammens siguió un hilo en Twitter del exbanquero central de Mauricio Macri. Allí, el economista repite algunos conceptos.
Sobre el “efecto multiplicador”, Sturzenneger recuerda un video de Martín Guzmán de hace algunos años donde él señala, como crítica al Gobierno de turno de entonces (el de Cristina), que el “supermultiplicador es una falacia”.
Podría citarte trabajos académicos que miran esto para un amplio rango de países, pero quizás es mejor simplemente escuchar cuando el Mtro Guzmán lo explicaba acá. https://t.co/M4F7fEKg0o
“Vamos por partes: efecto multiplicador. La matriz insumo producto te dice lo q un gasto en cualquier sector genera como encadenamientos. Pero el punto es que tenés q tomar en cuenta lo que dejás de producir y gastar por los impuestos necesarios para solventar la política. Lo pongo más claro, si gastás 1000 de PreViaje eso genera efecto multiplicador positivo. Pero alguien tuvo que poner 1000 q no se pudieron gastar en otras cosas. Eso que dejaste de gastar genera un encadenamiento negativo equivalente. Es decir que hay que mensurar ambos efectos. Te imaginarás que es un tema súper estudiado en la economía. ¿La política fiscal tiene efecto multiplicador o no? El resultado es claro: no. Y es por esto de que lo que metes por un lado lo sacás por otro”, dijo en su hilo.
Como Argentina tiene déficit, dice “Sturze”, el financiamiento del PreViaje sale de la emisión monetaria, “que más temprano que tarde se transforma en inflación. Y la inflación la pagan los pobres. Entonces la política la pagan los pobres”.
“Sé que no es tu intención que sea así”, le dice a Lammens, “pero es lo que hay”. Si el gasto no lo hacen los pobres, agrega, “entonces el Previaje es regresivo”. Según Sturzenegger, “la plata del PreViaje alcanzaba para subirle el sueldo 20% al 50% más pobre de Argentina”. El problema de Previaje, sentencia, es que redistribuye, no crea.
Para concluir, Sturzenegger le recomienda a Lammens algunas políticas para estimular el sector turístico: alentar a las low-cost y permitir que los turistas accedan al dólar libre. También critica las barreras con peajes y la “renta de los 6.000 empleados de Aerolíneas”, que “no valen la pena comparados con los empleos de miles de pymes de todo el país que viven del sector turismo y que esperan que los cuides”.
