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Por escasez global de insumos y trabas para importar, hay poca oferta de autos en las concesionarias

Las terminales administran la entrega de unidades a la red y los concesionarios se quejan. Hay problemas globales también.

patentamientos
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02 septiembre de 2021

Impulsada por la brecha cambiaria, la demanda de autos se mantiene en niveles altos al igual que muchos otros bienes de consumo durable. Sin embargo, eso no se vio reflejado en las ventas de las concesionarias debido a la dificultad que tienen las terminales para cubrir los pedidos por las restricciones del Gobierno para importar autos y autopartes.

El último informe de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) consignó que el número de vehículos patentados durante agosto tuvo una merma de 5,6% respecto a julio, una tendencia que se repite ya que en el séptimo mes también mostraron una baja de 15,4%. “Tal como venimos observando en los últimos meses, agosto siguió con esta tendencia de demanda alta que no se ha podido satisfacer porque la oferta está restringida por la escasez de vehículos”, señaló el presidente de Acara, Ricardo Salomé.

Ante esta situación, las proyecciones de ventas se mantienen a la baja respecto a lo que se esperaba a principios de año. Según el reporte de expectativas del mercado automotor de agosto,las concesionarias esperan vender un total de 380.400 vehículos en 2021 mientras que en enero se entusiasmaban con alcanzar las 400.000 unidades.

“Lo planteamos ahora, ya que todavía es posible llegar a las 400.000 unidades en 2021. Los concesionarios nos estamos 'desestockeando' cada vez más porque la gente entiende que sigue siendo un excelente momento para comprar autos, motos y maquinarias agrícolas. El momento de las oportunidades es ahora”, aseguró Salomé.

De cara a las elecciones, el Gobierno está cuidando las divisas para contener una posible desestabilización cambiaria. “A medida que nos acercamos a las elecciones, el BCRA debe intervenir más el mercado cambiario para sostener el dólar”, explicaron desde la Fundación Mediterránea. Las últimas ruedas han sido muy difíciles: ayer vendió US$ 80 millones y, en los últimos 5 días, más de US$ 350 millones.

Desde el Gobierno remarcaron ante El Economista que se está cumpliendo con los requerimientos de las terminales en tiempo y forma. “No hay reclamos directos sobre este tema en las reuniones periódicas que tienen los funcionarios con las empresas automotrices, seguimos trabajando en incentivos para desarrollar al sector”, resaltaron y agregaron: “Los cupos para importar tienen que ver con la necesidad de cuidar al país respecto a la escasez de divisas con la que tenemos que convivir por la situación que heredamos”.

Los vendedores levantaron la voz de forma pública, debido a que algunas concesionarias recibieron intimaciones por parte de compradores que no recibieron los automóviles que compraron. Tampoco pueden asegurarles plazos de entrega a potenciales clientes. Sin embargo, el problema principal radica en la dificultad de las terminales para ingresar al país autos y autopartes.

Durante agosto, se profundizaron las restricciones para la importación de vehículos y autopartes ante la escasez de divisas. El Gobierno viene retrasando la aprobación de los permisos para ingresar autos al país para ser nacionalizados y, luego, distribuidos en la red.

Desde Desarrollo Productivo acuerdan empresa por empresa cuál será el cupo disponible poniendo el eje en la necesidad de integrar mayor cantidad de autos nacionales al mercado, pero muchas de ellas, off the record, denuncian que no se están cumpliendo los acuerdos.

“Las terminales están llenas de autos, pero se cubren con las entregas porque no saben si el Gobierno les va a cumplir con el cupo de importación o de dólares que prometieron”, explicó ante El Economista una fuente del sector. “Por ejemplo, a una concesionaria importante del Amba le entregaban 500 unidades mensuales y el mes pasado le dieron sólo 37 vehículos”, agregó.

“La segunda mitad del año continuará con una oferta escasa y por eso solicitamos que, sin dejar de atender las cuestiones macroeconómicas que deben prevalecer, que se contemple una mayor liberación de importaciones. Es un número de dólares que no son significantes, que haría crecer de forma muy notoria un sector que es un gran abastecedor de empleo en toda la cadena de valor cercano a los 180.000 empleos directos y 530.000 empleos entre directos e indirectos, somos un sector dinamizador de otras industrias en el país”, proyectó el presidente de Acara.

Otro problema que preocupa al sector tiene que ver con la escasez global de semiconductores y microchips, vinculado a las problemáticas que impone la pandemia a la industria electrónica. “Nosotros no tenemos problemas vinculados a los cupos de divisas, de autos, o autopartes importadas porque tenemos una balanza comercial superavitaria”, explicó el Director de Asuntos Corporativos de Toyota Argentina, Diego Prado, ante El Economista.

El empresario afirmó que, actualmente, el principal problema de su empresa es el rebrote de Covid en el sudeste de Asia, especialmente en Malasia e Indonesia, de donde mayormente provienen estos insumos. “En algunos países están con cuarentenas estrictas y cierres totales que afectan la cadena de producción y abastecimiento. Aparentemente habían avanzado con la inmunización con vacunas que no serían tan efectivas ante la variante Delta”, concluyó Prado.

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