Según datos oficiales analizados por la consultora LCG, los depósitos privados en pesos se ubicaron apenas por debajo de la inflación (-0,1% mensual real) en mayo. Si bien cayeron en términos reales todo el año, anualmente sostienen un crecimiento real de 1,2%, pero muy por debajo de los registros de los últimos 12 meses (+28% interanual en promedio), debido a las altas bases de comparación que rigen producto de la cuarentena de 2020.
Sin embargo, la baja de mayo fue impulsada por los depósitos a plazo, que cayeron por primera vez en el año (-0,7% mensual real). Se debe a la menor dinámica de las colocaciones mayoristas, que venían creciendo por encima de la inflación y en mayo desaceleraron 4,9 puntos, registrando una contracción real del 0,6% mensual.
Si bien las colocaciones minoristas también perdieron contra los precios (-1% mensual real) muestran ese comportamiento desde hace meses, producto de una tasa pasiva que no alcanza a compensar las expectativas de inflación.
Por el contrario, los depósitos a la vista revirtieron las bajas de los últimos 4 meses y crecieron en mayo 1% mensual real, totalmente explicado por cajas de ahorro (+3,5% mensual real versus -8,2% en abril).
Adicionalmente, el plazo promedio de los depósitos privados continúa por debajo de los 60 días, reportando mínimos desde 2003.
“Los altos registros inflacionarios y tasas poco atractivas no permiten pensar en un impulso de las colocaciones a plazo, por lo que esperamos que la dinámica actual se mantenga”, dijeron desde LCG.
Los depósitos a plazo UVA siguen ganando terreno y ya representan el 4% de los plazos fijos privados totales, contra el 2% que representaban en diciembre pasado 2020. “Esto responde a las altas variaciones de precios de los últimos meses, debido a que los intereses que pagan están indexados por inflación”, dijeron desde LCG.
