En línea con la opinión mayoritaria del mercado, la Reserva Federal subió la tasa de interés en 75 puntos básicos por tercera vez consecutiva.
El objetivo es bajar la tasa de inflación, que si bien se está desacelerando, todavía se mantiene en un nivel elevado. En agosto el índice de precios al consumidor trepó 8,3%, superando las proyecciones de los analistas.
En su comunicado posterior a la reunión la Fed sostuvo que el ajuste monetario continuará porque la prioridad es reducir la tasa de inflación. Por ese motivo, la tasa de interés que se subió a un rango de 3%/3,25% se ubicaría por encima de 4,25% al cierre del año. Esto supone que podría haber otra suba de 75 puntos básicos en la próxima reunión de la Fed prevista para los días 1 y 2 de noviembre.
La reacción inicial de los mercados fue la previsible antes un endurecimiento de la política monetaria: bajaron las acciones, subió el rendimiento de los bonos del Tesoro y el dólar se revalorizó frente al resto de las monedas.
Las nuevas proyecciones económicas de la Fed prevén un menor crecimiento que en las anteriores y el PIB subiría sólo 1,2% en 2022.
