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El riesgo es que Cristina le ponga un freno al ajuste y que, tal como avisó, las presiones para gastar más sean desesperantes
Panorama

En Economía ya se habla del riesgo de que Cristina frene el ajuste en 2023

Rubinstein, que a veces habla como si estuviera fuera del Gobierno, es el que transmite en público los temores del ministro de Economía

Leandro Gabin 17 noviembre de 2022

El escenario luce más que complejo para los próximos meses con un equipo económico que ya empieza a abrir el paraguas y hace "política" hacia dentro y fuera del Frente de Todos. El emisario de esa lógica es Gabriel Rubinstein, el hombre al cual Sergio Massa manda a enviar "señales" al mercado y que por momentos parece un comentarista de la realidad más que funcionario. 

El exconsultor, un macroeconomista salido del Estudio Broda y referente en temas fiscales y monetarios es, en realidad, el que transmite en público los temores del ministro de Economía. ¿Cuáles? Que Cristina el año que viene le ponga freno al ajuste y que, tal como avisó, las presiones para gastar más sean desesperantes.

El vice de Massa lo dijo, en una conferencia del IAEF, bien claro: "Va a costar uno y la mitad del otro" lograr la meta fiscal comprometida con el FMI en 2023. Y apuntó que será difícil cumplir con el presupuesto en 2023 por la presión que ejercerá sobre la pauta de gastos la instancia electoral presidencial. 

"Lo importante es estar lo más firme posible en lo fiscal. Estamos lejos del superávit. Estamos a brazo partido para llegar a las metas acordadas. Hay un déficit que se financia monetariamente y es una presión inflacionaria permanente. Hay que estar fuerte fiscalmente y hay que tener músculo con reservas y hacer un acuerdo de precios, sino tenes un efecto como el del Rodrigazo", advirtió. 

¿A quién le habla Rubinstein? "El segundo de Massa no es Rubinstein, es Leonardo Madcur. El es la persona de mayor confianza junto a Marco Lavagna. Rubinstein está para hablarle al mercado y al kirchnerismo duro. Todo lo que Sergio, por política y para mantener la paz interna, no puede decir", resumía un consultor allegado al Secretario de Programación Económica. 

Las definiciones de Rubinstein parecen, incluso, las de una persona que está afuera del Gobierno, no dentro. "Tiene ese rol de outsider. Tuvo que pedir disculpas por tuitear lo que piensa, que el kirchnerismo es un desastre incorregible. Sólo que bueno, ahora, se la jugó porque conoce a Massa y a Madcur de su paso por el equipo de Lavagna y cree que algo puede aportar", cuentan. "Pero Gabriel le habla al mercado y, por tiro de elevación, al FdT qué cree que el año que viene se viene el festival electoral. A esas presiones Massa le tiene temor", señaló. 

En off y en on, el equipo económico sabe que la pelea es difícil hacia adelante. La ruta por la cual transita el "Plan Llegar" tiene poco y nada de asfalto y es evidente que habrá turbulencias.

La cuestión es aminorarlas, no mucho más. Por eso el Gobierno salió a aclarar que activará los US$ 5.000 millones del swap chino. Serán de libre disponibilidad y ayudarán a llegar a marzo/abril, en el mejor de los casos. Massa lo confirmó en su gira por el exterior. ¿Cuánto costará activar eso? Silencio de radio en el Gobierno, pero barato no será. Sea como fuera, la idea es no seguir reprimiendo la demanda de importadores y sufrir una recesión más fuerte el año que viene.

  • Por ahora lo que atormenta a Massa es precisamente eso y, en menor medida, que se hayan despertado los dólares financieros. Tiene que ver con todo: cae la demanda de pesos y los inversores (y la gente) se dolariza con un tipo de cambio que redujo mucho desde la crisis. Y la apuesta es que el año que viene los dólares alternativos sean mucho más caros, con un lockdown al financiamiento en pesos para el Gobierno. Se verá. 

Al esquema "atado con alambre", quienes no le tienen fe son los bancos de Wall Street y agencias internacionales. 

Goldman Sachs publicó su informe trimestral sobre América Latina y no ahorró en describir lo que, para ellos, será un año tortuoso para la Argentina.

"La gestión macro de Argentina y el panorama macro siguen siendo un caso aparte. Se espera que la economía se enfrente a vientos en contra", esbozó la entidad estadounidense. Y enumeró los nubarrones: la creciente represión financiera, la ampliación de desequilibrios macro y financieros (inflación con tendencia a los tres dígitos, desalineada la moneda extranjera y las intensas presiones cambiarias y de reservas internacionales), micro distorsiones y la asignación ineficiente de recursos debido a un conjunto amplio y en expansión de los controles de capital, financieros, comerciales, del mercado laboral y de precios. 

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Goldman Sachs, que es ni más ni menos que el segundo mayor banco de inversión del planeta, afirma que la credibilidad de la política sigue siendo débil

Goldman Sachs, que es ni más ni menos que el segundo mayor banco de inversión del planeta, afirma que la credibilidad de la política sigue siendo débil y hasta ahora el programa del FMI no ha sido capaz de dirigir la política macro hacia políticas más convencionales para equilibrar la economía. 

"Es probable que las impredecibles elecciones presidenciales de octubre de 2023 mantengan alta la incertidumbre en medio de elevados niveles de polarización política y social", sostiene para después pronosticar que la economía se desacelerará a un crecimiento cero en 2023 (con una probabilidad creciente de una tasa negativa).

Pero no sólo Goldman ve un panorama desafiante. Las calificadoras de riesgo hicieron fila esta semana para ensombrecer aún más (como si fuera posible) la perspectiva local. Standard and Poor's reconoció que si bien las autoridades económicas reiteraron el compromiso y la intención de promover políticas destinadas a cumplir los objetivos clave del acuerdo con el FMI, "quedan dudas sobre si la administración puede diseñar una reducción material en el déficit fiscal, especialmente en 2023, así como cumplir con los objetivos de financiamiento del Banco Central". 

"Esto requiere de la contención del gasto, incluida la reducción de los subsidios energéticos políticamente sensibles, cuya implementación total ya se ha pospuesto. Además, persisten las preocupaciones sobre la viabilidad de reforzar las reservas internacionales", dice S&P. 

Moody's, la competidora junto a Fitch, realizó un webinar sobre la región y habló sobre los límites del "Plan Llegar". El temor, como tiene el mercado, es la capacidad que tenga el Gobierno (y quien lo suceda) en financiar el gasto. "Nuestro escenario para Argentina en 2023 es que más o menos logra 'zafar' sin que explote todo", afirmó Gabriel Torres, vicepresidente y analista senior de Moody's para Argentina. 

Y casi como también viene haciendo el resto de los actores del mercado, le reconocen a Massa haber evitado el abismo. "Han hecho lo mejor que se podía hacer dentro de las limitaciones de la situación. Consideramos que se puede llegar a diciembre de 2023 sin una devaluación, o con una que esté a la altura de la inflación, pero el riesgo de que estemos equivocados es alto", sentenció Torres. 

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