El Gobierno se reunió con empresarios para acelerar un acuerdo de precios que contempla una canasta “amplia y diversa” de 1.300 productos de consumo masivo y, de esa manera, tenerla cerrada antes del viernes.
Ese tipo de entendimientos forma parte de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la intención oficial más amplia para anclar “precios y salarios”.
Sin embargo, todavía resta mucho trabajo por hacer en los próximos días, ya que las negociaciones que lleva adelante la Secretaría de Comercio Interior con las empresas no son para nada sencillas.
Las empresas piden actualizaciones mensuales y previsibilidad de que no habrá un congelamiento dispuesto de forma unilateral como sucedió en octubre.
Fuentes oficiales y de las empresas deslizaron a El Economista que existe la posibilidad de que haya una segmentación de los productos de cada empresa con actualizaciones mensuales en algunos casos y trimestrales en otros. El plan se enmarcará en el actual “+ Precios Cuidados” que reemplazó a los anteriores “Precios Máximos y Precios Cuidados”.
En concreto, se baraja la posibilidad de autorizar subas mensuales del 2% a bienes más “suntuarios” y del 6% trimestral para los productos de primera necesidad o “críticos”. En tanto, las fuentes no lo dieron por cerrado, sino que aclararon que “es una posibilidad”.
Ayer, los funcionarios más importantes del área económica buscaron consensos con las principales empresas productoras de alimentos y bienes de primera necesidad en un almuerzo en el comedor del Palacio de Hacienda. Estuvieron presentes los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, acompañados también por el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, y el presidente del BCRA, Miguel Pesce.
Participaron en representación del sector empresario Laura Barnator (Unilever); Gabriela Bardin (P&G); Gonzalo Fagioli (Quilmes); Abelardo Gudiño (Coca Cola); Adrián Kaufman Brea (Grupo Arcor); Maximiliano Lapidus (La Serenísima); y Agustín Llanos (Molinos Río de La Plata).
La convocatoria formó parte de un trabajo que viene realizando el Gobierno, y que comanda Guzmán, para alcanzar un acuerdo de precios que permita ayudar a “atacar” el problema de la inflación.
Fuentes oficiales dijeron a El Economista que “los acuerdos deberán acompañar a las mejoras macroeconómicas y forman parte de las negociaciones con el FMI, no son la solución, pero ayudan”.
Según informó la cartera económica los participantes del encuentro "dialogaron acerca del esquema integral de políticas macroeconómicas, y avanzaron en los consensos para alcanzar un acuerdo de precios que coadyuva a atacar el problema de la inflación".
Para el Gobierno es fundamental que, en el marco de la reactivación, el salario real pueda recuperarse después de tres años en caída donde las mayores bajas se dieron en 2018-2019 y luego una más leve en la pandemia.
“El compromiso es que el salario real se vaya recuperando con una nominalidad que se vaya tranquilizando”, dijeron desde el ministerio de Economía.
El Gobierno sacó en octubre la Resolución 1.050 en la que congelaba hasta el próximo viernes 7 de enero el precio de más de 1.4000 productos de consumo masivo, luego de no arribar a un acuerdo con una parte de las empresas productoras más precisamente la Copal. Luego de revisiones, esa cantidad bajó a 1.300.
Según el parte oficial, durante el encuentro, los funcionarios presentaron un análisis integral de la situación económica poniendo en perspectiva la fuerte recuperación de la actividad en el 2021 que habría alcanzado el 10% luego de la caída del 9,9% del 2020.
En esta línea remarcaron el crecimiento del empleo, la tasa de desocupación que bajó al 8,2% en el tercer trimestre del año, la inversión, que según cifras del propio Guzmán superan al 30%, el avance de las exportaciones y la estabilidad cambiaria.
“Además, se hizo hincapié en complementar un esquema macroeconómico integral para atacar el problema inflacionario con políticas de precios e ingresos, que incluyan acuerdos de precios entre el sector público y el sector privado”, dijo el comunicado.
La inflación de diciembre, según los primeros informes privados, habría oscilado entre el 3,5% y 4% por lo que el 2021 habría cerrado con un aumento de precios cercano al 50%, cifra que se volvería a repetir este año. En ese marco, el ministro Guzmán aseguró a la prensa que la pauta de inflación del 33% para el 2022 que marcó en el fallido proyecto de Ley de Presupuesto “es un ambicioso objetivo al que queremos arribar”.
Más allá de las estimaciones, lo cierto es que durante la reunión, que se extendió por 90 minutos, “hubo un intercambio de comentarios entre los funcionarios y los empresarios sobre el esquema de acuerdos de precios al que se apunta llegar en los próximos días”.
En este sentido, “hubo una actitud cooperativa y constructiva por parte de las empresas”, destacó el comunicado de Economía al señalar que los representantes de estas compañías “valoran la importancia de los acuerdos de precios para ayudar a coordinar expectativas que permitan atacar el elemento de persistencia en el proceso inflacionario de una forma que sea consistente con el resto de las políticas macroeconómicas”.
Por su parte Kulfas, bajo cuya órbita se encuentra el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, dijo en diálogo con Télam que se trabaja con el Ministerio de Economía y el de Agricultura "para en 2022 tener un objetivo de ir reduciendo esos niveles con un plan macroeconómico monetario y fiscal que dé previsibilidad y colaborando con acuerdo de precios".
Junto con el Ministerio de Agricultura se buscará "que la provisión de las materias primas alimenticias permitan asegurar un precio en góndola razonable y más estable".
"En este marco se buscan generar canastas protegidas, con Precios Cuidados que queremos esté mucho más presente en todo el país, para cuidar los ingresos de los hogares", dijo.
