Según el Banco Mundial, la economía global crecerá 2,5% en 2020, mejorando levemente el desempeño de 2019 que haría registrado una expansión de 2,4%. Pero aun ese bajo porcentaje, está sujeto desafíos como señala el Panorama Global que elabora semestralmente la entidad. En muchos países puede darse un bajo crecimiento del ingreso per cápita que dificulte una rápida reducción de los niveles de pobreza. En ese terreno, es particularmente decepcionante el desempeño que se espera para América Latina que crecería 1,8% este año, muy por debajo del promedio de los países emergentes y en desarrollo que sería de 4,1%.
En el caso de las economías más grandes, el Banco Mundial pronostica que en 2020 Estados Unidos crecerá 1,8%, la zona euro 1%, China 5,9% y Japón 0,7%.
Entre los riesgos para este escenario se citan a un eventual recrudecimiento de los conflictos comerciales, crisis financieras en algunos mercados emergentes, situaciones climáticas severas que afecten a la economía y tensiones geopolíticas.
Otro tema sobre el que llama la atención el Banco Mundial es el fuerte crecimiento de la deuda en los países emergentes que en el pasado siempre terminaron mal aunque ahora la situación sería menos amenazante porque las tasas de interés están en niveles muy bajos. Revertir la caída de la productividad es señalado como otro desafío.
Para el caso de los países de menores ingresos, no se descarta, que en un contexto de mayor endeudamiento y desequilibrio fiscal, la inflación pueda acelerarse. Al mismo tiempo que el Banco Mundial desaconseja para ellos los controles de precios porque pueden traer alivios transitorio pero desalientan la inversión.
Para Argentina se espera una contracción del PIB de -1,3% este año pero se pronostican subas moderadas de 1,4% en 2021 y de 2,3% en 2022.
De todas maneras, el Banco Mundial deja una venta abierta al optimismo al sostener que si los gobiernos responden adecuadamente a los desafíos, el crecimiento global podría ser mayor al que ahora se pronostica.
