La industria automotriz invertirá 100.000 millones de reales (unos US$ 20.400 millones) en Brasil hasta 2029, principalmente en la transición hacia modelos híbridos y eléctricos, anunció el vicepresidente de la Nación Geraldo Alckmin.
La cifra fue divulgada en una entrevista que el vicepresidente y ministro de Desarrollo, Industria y Comercio de Brasil concedió a una radio luego del encuentro que tuvo con los dirigentes de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), que nuclea a los fabricante de autos de ese país.
Las inversiones duplican los datos anunciados por el Gobierno la semana pasada, calculados en 41.200 millones de reales (US$ 8.408 millones), tras los encuentros que el presidente Lula da Silva tuvo con dirigentes de Volkswagen, General Motors, Stellantis y BYD.
¿Qué automotrices invierten en Brasil y por qué monto?
Volkswagen anunció recientemente (leer acá) que planea invertir 16.000 millones de reales (US$ 3.200 millones) hasta 2028. Por su parte, General Motors hizo lo propio por una cifra de 7.000 millones de reales (US$ 1.400 millones) hasta 2028.
La marca china BYD ya había anticipado que en su caso serían 3.000 millones de reales (u$s 612 millones) hasta 2029, con el foco en los autos eléctricos compactos (compró la planta que Ford tenía en Bahía, donde fabricaba Ka y EcoSport).
No obstante, anteriormente la también china Great Wall Motors confirmó una inversión de US$ 2.000 millones hasta 2032; el grupo Stellantis por otros US$ 1.000 millones), la china Chery (US$ 900 millones) y la japonesa Nissan (US$ 560 millones).
"En la reunión que tuve con los representantes de Anfavea se anunció la expectativa de inversiones por 100.000 millones de reales en los próximos años, probablemente hasta 2028 o 2029, tanto en autos livianos como en buses y camiones, así como en motores a combustión con etanol, híbridos y eléctricos", afirmó Alckmin.
Según el vicepresidente, el valor será récord y permitirá la construcción de al menos cuatro nuevas fábricas en el país, incluyendo las dos primeras de automóviles eléctricos en Brasil.
"Ya tenemos fábricas de buses eléctricos y tendremos también dos fábricas de autos eléctricos, las de las chinas BYD y Great Wall Motors, pero vendrán otras", auguró.
El funcionario recordó que una de las principales ventajas del sector automotor es que estimula una importante cadena productiva, ya que demanda gran variedad de productos, como acero, vidrio, neumáticos o repuestos, "lo que genera mucho empleo y agrega mucho valor".
A pesar de los cambios de gobierno y de sus vaivenes, que los tiene, Brasil aprovecha un momento clave y de transición de la industria automotriz que precisa modernizar sus plantas para sentar las bases de la electrificación.
Ya no quedan autos de vieja generación, las nuevas plataformas modulares son una realidad y la mayoría de ellas permiten producir modelos híbridos o 100% eléctricos; ahora resta el paso siguiente que es dotarlas de la tecnología necesaria para que haya líneas de producción de autos con baterías, y las propias baterías.
Mientras Argentina sigue empantanada en problemas viejos y estructurales ya superados hace años por las demás naciones, su vecino recibe con los brazos abiertos a quienes deseen invertir, generar fuentes de empleo y conquistar la región con sus productos.
