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Industrial Light & Magic: la empresa que George Lucas fundó y revolucionó el cine moderno

Light & Magic, más allá del éxito de su creador, visibiliza a los artesanos y artistas detrás de la escena que inventaron nuevas técnicas

"Pasamos de ser unas decenas en un galpón en 1975 a tener 3.000 empleados en cinco ciudades distintas"
"Pasamos de ser unas decenas en un galpón en 1975 a tener 3.000 empleados en cinco ciudades distintas"
Sebastián Tabany 29 julio de 2022

Hace 47 años un joven George Lucas creaba Industrial Light & Magic, una casa de efectos especiales hecha especialmente para proveer la demanda de su película Star Wars. Y ese fue el comienzo de una nueva era de innovación que sigue evolucionando hasta el día de hoy. El documental Light & Magic cuenta su historia.

Después del éxito de su comedia American Graffitti en 1973, George Lucas tenía el suficiente prestigio para convencer a los estudios de Hollywood que financien su próximo film: Star Wars.

Rechazado por todos, solo Alan Ladd, Jr., un ejecutivo de 20th Century Fox vio el potencial en una película de ciencia ficción de aventuras que tomaba como referencia los seriales de los treinta como Flash Gordon y estaba influida por el cine de Akira Kurosawa.

“Pero no había nadie que pudiera concretar los efectos que necesitaba la película”, dice Lucas en el documental Light & Magic que estrenó esta semana la plataforma Disney +. Entonces el realizador la fundó en un pequeño almacén en Van Nuys, al norte de Los Angeles, del otro lado de las colinas.

Al principio fue un trabajo de unos meses y los jóvenes especialistas en modelaje, electrónica, maquetas y maquillaje se apiñaron sin aire acondicionado mientras Lucas filmaba en Inglaterra.

Ahora próceres, los muchachos John Dykstra (que creó una cámara llamada Dykstraflex), Richard Edlund (que después fundaría Boss, su propia empresa), Dennis Muren (aún en ILM), Ken Ralston y Phil Tippet (el sucesor de Ray Harryhausen, especialista en animación cuadro a cuadro) y muchos más inventaron nuevas tecnologías para lograr lo que sería el puntapié inicial de, quizás, la franquicia más exitosa de todos los tiempos.

El documental Light & Magic está dirigido por otro realizador, Lawrence Kasdan (Cuerpos Ardientes y Silverado pero también co-escritor de El Imperio Contraataca y El Despertar de la Fuerza) y no solo se enfoca en Star Wars (que comprende lógicamente los dos primeros capítulos de un total de seis) sino que de forma humanista revela quiénes eran estos jóvenes apasionados que revolucionaron no solo los efectos especiales sino la industria del cine en general.

Kasdan rescata cortos caseros de Muren, Ralston y de Tippett y traza una historia de vida de los protagonistas que más tarde ganarían Oscars y fundarían sus propias empresas.

También lo que hace el documental es reivindicar la figura de Lucas, alejado de su propia empresa Lucasfilm (que comprende ILM, Star Wars, Indiana Jones, Willow y estudios de sonido y postproducción) al vender todo el paquete a Disney por US$ 4.000 millones en 2012 (para 2018 esa inversión ya estaba recuperada).

Lucas, un tipo parco y poco comunicativo acá se emociona al contar los comienzos de ILM y la relación con sus empleados. Además Kasdan lo pone a Lucas en el lugar de visionario.

Porque no solamente el creador de Star Wars, bueno, creó Star Wars e ILM, sino también fue el impulsor de editar películas en formato digital (primero con EditDroid, después con AVID); mejorar el sonido (promovió el sonido surround en las salas que se usa al día de hoy); fue uno de los primeros en filmar películas con cámaras HD (Ataque de los Clones en 2002), algo que es estándar hoy en día y como si fuera poco, creó Pixar como una división de ILM a comienzos de los '80 al ver que las computadoras podían ser la herramienta del futuro en cuanto a la realización del cine.

En 1985 Lucas vende Pixar (cuyo nombre era una computadora de animación digital creada por Ed Catmull) a Steve Jobs y después, la historia que todos conocemos.

En una charla por Zoom con Dennis Muren y Phil Tippett, los veteranos de tantas guerras y amigos, contaron su paso por ILM y cómo la nueva era de efectos visuales (y por extensión del cine) comenzó en 1993 con Jurassic Park.

“Habíamos hecho un test de animación digital de un esqueleto del T-Rex caminando y se lo mostramos a Steven (Spielberg)”, cuenta Muren. Hasta ese momento la animación de los dinosaurios la iba a hacer Tippett con muñecos cuadro por cuadro. “Cuando vi lo que Dennis hizo le dije a Steven: Estoy extinto”, recuerda Tippett. Y agrega: “Y Steven para que no me sienta tan mal sonríe y me dice “Excelente frase, la voy a poner en la película””.

El T-1000 de Terminator 2 y el T-Rex de Jurassic Park, ambos creados por ILM, inauguró la era que estamos viviendo: la digital.

Ahora los efectos no son más especiales (hechos en cámara) sino visuales (agregados después por computadora). Muren continúa: “mucha gente dice que los efectos visuales generados por computadora no se ven realistas. Pero no es verdad. Es cuestión de tiempo y dinero. Si se hacen a las apuradas, se ve mal. Si se invierte lo necesario, n se distinguen de la realidad”.

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Light & Magic, el documental que muestra la magia del cine en Disney+

Confrontativo y caballero de una época pasada, Tippett, quien acaba de dirigir Mad God, su primer largometraje de animación cuadro por cuadro, se ataja: “Hacer efectos sentado frente a la computadora con un mouse no es de hombre. Los verdaderos efectos son los que se pueden tocar”. Y ambos se ríen.

Lo cierto es que la industria de los efectos ha crecido gracias a ILM y Star Wars. Proveedor de todas las películas de Spielberg, la casa creada por Lucas ha visto como surgió la competencia como Weta, fundada por Peter Jackson en los '90 y a cargo de los efectos de la nueva Avatar a estrenarse a fin de año. 
Pero como lo dice en su nombre, la magia siempre tiene un as en la manga: ILM ha creado hace unos pocos años Stagecraft, un entorno digital hecho de pantallas Led impulsado por placas de video sacadas del gaming.

El Stagecraft permite una escenografía virtual realista 360°. Cuando hace 45 años Lucas tenía que ir a filmar al desierto de Marruecos las escenas del planeta Tattooine, ahora la serie The Mandalorian, El Libro de Boba Fett y Obi-Wan Kenobi lo hacen desde un tinglado en Los Angeles.

Janet Levin, la Senior VP de Lucasfilm VFX y GM de ILM, comenta el estado actual de la empresa: “Pasamos de ser unas decenas en un galpón en 1975 a tener 3000 empleados en cinco ciudades distintas por todo el mundo: San Francisco, Londres, Singapur…”.  

Light & Magic, más allá del éxito de su creador y de la empresa, visibiliza a los artesanos y artistas detrás de la escena que inventaron nuevas técnicas y proveyeron, y lo siguen haciendo, al público que al día de hoy está ávido de películas con efectos visuales como todas las que dominan el mercado internacional.

Cierra Muren: “George no quería contar cómo se hacían los efectos, quería mantener el secreto, la mística del cine. Pero yo lo convencí de mostrarle al público cómo se realizan así quizás en el futuro haya alguien que diga “yo quiero hacer eso” y sea una continuación del trabajo apasionado que venimos haciendo hace tantos años”.

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