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Sin cosecha récord, el agro pide que se mantengan las políticas de exportación

Asumen que las retenciones se mantendrán o incrementarán y el pedido es no poner más barreras al comercio exterior: estiman que la próxima cosecha será 3% inferior.

26 septiembre de 2019

Por Manuel Parera 

La próxima campaña agrícola no volverá a ser récord. Sea por cuestiones climáticas, caídas de precios internacionales o por la propia incertidumbre política y económica, el ciclo 2019-2020 verá reducido su volumen de producción en 3%.

Así lo estimo el análisis de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), que presentó las perspectivas para la próxima cosecha gruesa. Los datos hablan de un crecimiento del área sembrada que llegará a 34 millones de hectáreas, teniendo en cuenta los seis principales cultivos (soja, maíz, trigo, cebada, sorgo y girasol) y una producción total de 131,7 millones de toneladas, inferior al récord anterior estimado en 135,3 millones de toneladas.

Los ánimos no eran los mejores en el ambiente. José Martins, presidente de la BCBA resaltó el entorno de incertidumbre en que se trabaja y se invierte para producir. “Necesitamos reglas de juego claras y mantener una política con mucho foco en la exportación”, pidió.

En el mismo sentido se expresó Luis Miguel Etchevehere, ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca. “Apuntamos nuestras políticas de producción a la exportación. Desburocratizamos la gestión, eliminando más de 700 regulaciones y llevamos adelante Mesas de Competitividad, pero fue central la apertura de nuevos mercados. En los últimos dos años se firmaron doce protocolos sanitarios con China. Este es el camino de gobernar con valores, respetando la Constitución, la propiedad privada, el comercio y la legitimidad del lucro. No podemos volver al pasado”, afirmó.

Esteban Copati, Jefe de Estimaciones Agrícolas de la BCBA sostuvo que a partir de la quita de retenciones y de los cupos para exportar, desde la campaña 2015/2016 se profundizó en la rotación de cultivos, se expandió el área sembrada con trigo y maíz (entre 61% y 63% respectivamente), y se generó una mayor tracción en la comercialización de insumos. “Eso mejora la sustentabilidad del sistema”, destacó.

Proyecciones

Copati fue el encargado de presentar las estimaciones de la entidad para la próxima campaña. De los seis cultivos, cuatro mostraron caídas en sus proyecciones (soja, maíz, girasol y cebada), y un récord en el trigo. En este último, se estimó una superficie sembrada de 6,6 millones de hectáreas, lo que significa un incremento de 4.000 hectáreas respecto al ciclo previo. “En abril de 2019, en el lanzamiento de la campaña fina, la estimación era de 6,4 millones de hectáreas, pero dadas las buenas condiciones climáticas y la buena relación insumo/producto se logró expandir la superficie y proyectar una producción récord de 21 millones de toneladas, con un rendimiento de 32,4 quintales por hectárea. Es una muy buena productividad”, afirmó el experto.

Ese avance del trigo le restó participación a la cebada. Este cultivo se presenta con una leve caída interanual (50.000 hectáreas) y una proyección de producción de 3,8 millones de toneladas (unas 400.000 toneladas menos que la campaña anterior, afectada por regiones fuertemente comprometidas por el déficit hídrico). La cuestión del clima también afectó las proyecciones para el girasol, donde se espera una caída de superficie “significativa” respecto al año pasado. “Regiones del NEA y norte de Santa Fe estuvieron afectadas durante la siembra y llegaron a perder el 30% del área sembrada por condiciones desfavorables”, afirmó Copati. Se espera pasar de 3,9 millones de toneladas en el ciclo previo a unas 3,4 millones de toneladas. Para el sorgo, además, se proyecta un leve incremento del área (750.000 hectáreas), con un volumen previsto de 2,5 millones de toneladas, similar al año pasado.

En tanto, en el caso del maíz, las expectativas fueron cambiando por la reducción de márgenes. “El escenario más posible meses atrás era una expansión de la superficie del orden del 6,6% interanual y un potencial de siembra de más de 6,7 millones de hectáreas. Sin embargo, con la caída de los precios, la reducción de los márgenes, la menor relación insumo producto afectaron la decisión de siembra. Hoy sólo proyectamos una expansión de 1,3%, unas 100.000 hectáreas más”, destacó. Se estiman en casi 6,4 millones de hectáreas, lo que igualmente sería un área récord, pero con una producción de 50 millones de toneladas, algo menos que la anterior.

Pilar Ibarguren, economista de la entidad, alertó: “Vemos una caída dramática en los márgenes de una campaña a otra. En particular después de la caída de los precios del maíz y de las cuestiones políticas del país. Al igual que la campaña pasada, los planteos combinados de soja con cebada cervecera o trigo siguen siendo los mejores para esta campaña”.

Para el caso de la soja, se estima que a medida que se va reduciendo el área del maíz comience a captar parte de ese espacio. “También va a sumar la parte de girasol que no se pudo plantar en el NEA, que en diciembre van a tener buena condiciones. Proyectamos una expansión de 200.000 hectáreas de 17,4 millones a 17,6 millones. En términos de producción, pese al aumento de superficie no esperamos superar los volúmenes de la campaña pasada, de 55,1 millones de toneladas. Esperamos unas 51 millones, porque no creemos que se repitan los buenos rendimientos del ciclo previo”, afirmó Copati.

***

El agro aportará menos a la economía en 2020

El equipo económico de la Bolsa de Cereales destacó que el aporte de las cadenas agroindustriales está siendo determinante para el desempeño de la economía de Argentina en 2019. Con un Producto Bruto Agrícola en torno a los US$ 33.500 millones, gracias a una cosecha récord 2018/19, el sector aporta 1,6% al crecimiento de la economía del país, contrarrestando (solo en parte) la caída del resto de los sectores de -4,1%.

“Estas cadenas también aportarán US$ 28.500 millones en exportaciones, convirtiendo al sector en prácticamente el único oferente neto de divisas en el mercado de cambios”, señaló Agustín Tejeda Rodríguez, Economista Jefe de la Bolsa de Cereales. La recaudación fiscal aumentaría 40% respecto de 2018, estimándose en US$ 11.500 millones. Tras el aumento de la presión fiscal con el aumento en los derechos de exportación adoptado en septiembre del año pasado, “el Estado se consolida como el principal socio de la producción agropecuaria, llevándose el 34% del total del valor agregado generado en el sector”.

En cuanto al aporte del sector a la economía del 2020, Tejeda Rodríguez señaló que debido a que será difícil superar los niveles de producción que se cosecharon en 2019, y a precios internacionales más bajos, la contribución de las cadenas agroindustriales será 6,8% más baja. También se registraría una caída en el valor de las exportaciones del orden del 8%. “De esa manera, y dada la compleja situación que atraviesa la economía argentina, no existe espacio para políticas que desincentiven la producción y las exportaciones”, agregó.

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