Al quinto día de negociaciones y en la víspera de Yom Kippur, el domingo 24, el sindicato de guionistas (WGA) y los grandes estudios de Hollywood, nucleados en la AMPTP (Alianza de Productores y de Cine y Television, por sus siglas en inglés) sellaron un acuerdo que va a tardar unos días en darse a conocer públicamente. Al no estar rubricado por escribano ni redactado legalmente aún la mesa de negociaciones no ha emitido su contenido. De ahora en más viene ese trámite burocrático, después pasa a las cabezas de los sindicatos para conformar el contrato y a cada delegación para su homologación. Recién ahí los términos de la negociación y qué cedió y ganó cada uno se van a saber.
En un comunicado la WGA anunció el acuerdo, no el contenido y dijo que la huelga continúa hasta no se rubriquen las firmas pero sí dejó sin efectos los piquetes que se sucedían en cada puerta de los estudios. Aún así la huelga de actores continúa pero seguramente este resultado relaje la mesa de negociaciones y se llegue a un acuerdo pronto.
Económicamente las huelgas han sido pérdida para toda la industria. No solo los guionistas y actores han dejado de cobrar sino también al no haber rodajes, toda persona involucrada desde el catering hasta el editor de efectos visuales en postproducción se vio afectado. Además y en especial en Los Angeles la industria mueve economías adyacentes como la gastronomía, donde los almuerzos entre ejecutivos, productores y directores es usual; hasta la hotelería y los servicios de limpieza. Según Kevin Klowden, estratega de Milken Insitute, el costo de la huelga al día de hoy fueron US$ 5.000 millones.
La semana pasada en un último intento de favorecer a la opinión pública los estudios anunciaron a sus inversores que la huelga en realidad les hacía ahorrar dinero, no gastarlo. Si bien técnicamente era verdad, la WGA rápidamente contratacó con un comunicado alegando "desinformación calculada".
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La verdad es que los estudios están ahorrando pero en el muy corto plazo y para las plataformas, que desde el año pasado viene perdiendo plata y los estudios, que ven como la televisión por cable tambalea mes a mes, afirmar eso parece una forma de autoconvencimiento para sobrellevar las pérdidas
Warner Bros. Discovery reportó flujo de fondos de US$ 1.700 millones con un ahorro de US$ 100 millones entre junio y septiembre, según su CFO, Gunnar Wiedenfels. El estudio fue cauto y solo atrasó Duna: Parte II para marzo de 2024. El resto como Aquaman (20/12) y Wonka siguen en el calendario de 2023. De hecho, la precuela con Timothée Chalamet como el joven chocolatero se adelantó para el 7 de diciembre.
Hay varios vericuetos legales que los estudios encontraron para seguir trabajando durante la huelga. Paramount, por ejemplo, está preparando Sonic 3 sin actores y con una unidad de filmación rodando fondos para después agregar los personajes digitales en posproducción.
En mayo la CFO de Disney, Christine McCarthy anunció que la empresa gastaría US$ 32.000 millones en contenido este año. Un trimestre después el estimado es de US$ 27.000 millones. El CFO interino, Kevin Lansberry dijo que ese declive es "en parte" por la doble huelga aunque se sabe que Disney anunció que bajaría costos este 2023 por US$ 5.000 millones. Estos incluyen despidos y contenido dado de baja en Disney+.
A diferencia de Warner, Disney sí atrasó varias de sus grandes películas, como las nuevas de Marvel. Esto se debe a que la forma de producirlas incluye constantes cambios de guion durante el rodaje lo que hizo imposible que se produzcan estos meses. Además, la empresa del Ratón cerró definitivamente el hotel Galactic Starcruiser, una experiencia premium de dos noches en un edificio simulando ser un crucero espacial en el mundo de Star Wars. El hotel de 100 habitaciones y con un costo de U$S 1.200 la noche se inauguró en marzo de 2022 y anunció que cerraría el 30 de septiembre. Localizado en Disney Orlando, el Galactic Starcruiser le reportó a la empresa una pérdida de US$ 1.000 millones y cierra debido a su alto costo al público y las muchas críticas de los servicios que ofrecía.
Otro estudio que se vio afectado directamente es Sony cuya segunda parte de Spider-Man: A Través del Spider-Verso llamada Más allá del Spider-Verso tuvo que atrasarse del primer semestre de 2024 a una fecha aún sin definir. También sufrieron mismo destino la nueva Cazafantasmas - de esta Navidad a Marzo de 2024 y Kraven, el Cazador, uno de los villanos de Spider-Man, convertido en antihéroe como Venom y Morbius. La nueva fecha es agosto de 2024, unos meses después de la original en mayo.
Lo que queda ahora es esperar que el sindicato de actores y los estudios utilicen el acuerdo con los guionistas para acelerar su propia negociación. Si no, habrá más atrasos y menos rodajes prometiendo un 2024/25 bastante escaso en películas de Hollywood. Quizás esto le convenga a las pequeñas productoras, que no están bajo la AMPTP y vuelva el boom del cine independiente como a principios de los noventa. En los próximos días se verá.
