Con tantas plataformas de streaming a nuestra disposición, puede parecer casi imposible decidirse por algo para ver durante el fin de semana.
Por eso reunimos en una selección especial las mejores series y películas, que incluye también estrenos en salas de cine, para convertir ese menú interminable en un problema del pasado.
Estas son las series y películas para ver en el fin de semana en Netflix, HBO Max, Prime Video, Paramount+ y MUBI.
1. Serie para ver en Netflix: Nuevas alturas
Esta serie suiza, de 8 episodios de una hora, es un buen drama que se desata a partir de la muerte del dueño de una granja lechera. Entre los deudos existen distintas posturas sobre cómo encarar el futuro de la propiedad. La viuda y el hijo menor buscan seguir con el negocio, lo que implica mucho trabajo y pocos ingresos. La hija necesita dinero para reacondicionar su gimnasio y quiere que la propiedad se venda cuanto antes.
El hijo mayor ("Michi" para los amigos) pivotea entre las dos posiciones. Es el asesor comercial de la mayor empresa lechera del país y sus movidas podrían afectar a los granjeros. Su familia no lo sabe, también desconocen que es gay y está enamorado de un compañero alemán, de piel oscura.
Michi se moverá entre el terruño y la gran ciudad, Zurich, asistiendo a su familia y haciendo propuestas un tanto interesadas a la empresa. Es un joven muy ambicioso, en algún momento deberá tomar una decisión.
El drama está muy bien desarrollado desde el guion, hay espacio para develar secretos familiares y acciones ruines para preservar algún interés. Los personajes son atractivos y se destacan el nivel actoral y la utilización de bellos paisajes rurales. Quizás el desenlace de esta primer temporada sea un tanto hollywoodense, pero eso no afecta a la calidad del producto.
2. Miniserie para ver en HBO Max: Pacto brutal. El asesinato de Daniella Pérez
La noche del 28 de diciembre de 1992 la actriz Daniella Pérez fue hallada muerta de 18 puñaladas en un descampado en la zona de Barra de Tijuca, en Río de Janeiro. El hecho provocó una gran conmoción en la sociedad brasileña, tanto que la noticia en los diarios eclipsó a la de la renuncia del presidente Collor de Mello.
Daniella era una muchacha de 22 años con una carrera en ascenso y había magnetizado a los televidentes con su interpretación en la telenovela En cuerpo y alma, escrita por su propia madre, Gloria Pérez, una de las guionistas más famosas, autora entre otras de la exitosa El clon.
Allí Daniella encarnaba el rol de Yasmín, una joven que tenía una relación romántica con el personaje de Guilherme de Pádua, otro actor joven en ascenso. A las pocas horas de cometido el asesinato, se supo que de Pádua era el asesino, junto con su esposa Paula Thomas.
El documental de 5 episodios de una hora, escrito y dirigido por Tatiana Issa y Guto Barra, se ve con interés porque, desgraciadamente, podemos encontrar a lo largo del desarrollo del caso muchos puntos en común -en el torpe accionar de la policía y, posteriormente, de la justicia del Brasil- con el mal funcionamiento de las instituciones en nuestro país.
La entrevistada estrella es Gloria, la madre de Daniella, una mujer muy culta y que no cesó de reclamar justicia por su hija, cuyas iniciativas públicas llevaron a modificar la Lei dos Crimes Hediondos, provocando la primera enmienda popular aprobada en toda la historia del país.
Es un gran diferencial tener a Gloria en esta producción, con su lenguaje florido, con la voz pausada y consciente del efecto de cada palabra que utiliza, haciendo relatos sobre su hija, los asesinos, la policía, la justicia, porque es una mujer de una inteligencia y claridad superiores, que sabe cómo iluminar aspectos que a muchos podrían pasarles inadvertidos.
También aparecen otros familiares entrevistados, y hay profuso material de declaraciones de los asesinos, ya sea en comisarías, los juicios o entrevistas. Baste decir que quienes troncharon la vida de esta muchacha cumplieron muy poco tiempo de condena y gozan de total libertad para ser entrevistados, en su estatus de celebrities, reescribiendo una y otra vez lo sucedido la noche del homicidio de acuerdo a sus intereses del momento.
3. Película para ver en Paramount Plus: Reinventando a Elvis: el regreso del 68
Para los fans de Elvis Presley, he aquí un documental de 2 horas que reconstruye lo sucedido alrededor del exitoso especial televisivo Elvis: the comeback, realizado en 1968, uno de los hitos de la carrera del ídolo.
El coronel Parker, el mánager del artista, había cumplido su tarea de degradar a Elvis a través de una serie de películas convencionales que lo mantenían cantando canciones hawaianas, canzonetas, baladas de poca calidad, emasculando de su figura todo aspecto que hiciera referencia a una sexualidad salvaje que pudiera molestar a las autoridades y al público familiar. Con la llegada de grupos como The Beatles, la figura de Elvis había quedado desactualizada. A los 33 años parecía el padre de los recién llegados.
El rey del rock and roll necesitaba reactualizarse. Parker contrató a Steve Binder -un productor de especiales musicales televisivos innovadores, en donde iba integrando artistas de color acompañando a las figuras centrales, metiendo una cuña en la segregación que predominaba en la industria.
Binder tenía la edad de Elvis y, con la complicidad del artista -que tenía ansias creativas que eran desoídas por su cancerbero-, desoyó la intención de hacer un tradicional programa de canciones navideñas. Un segmento tenía un recital unplugged -quizás el primero de la Historia- en que el músico tocaba su guitarra junto a los compañeros de la época en que surgió, rodeado de público convocado para la ocasión. Otro segmento rendía honores a la filiación del artista de Memphis con la música góspel, rodeado de un coro de mujeres y un ballet en el que figuraba gente de color. Otro, estaba escenificado en un burdel, con bailarinas que parecían escapadas del musical Sweet Charity.
En la fecha del estreno el programa batió records de rating, demostrando que Elvis era una pantera que dominaba el escenario como nadie, que estaba en plena forma, que tenía cuerda para rato. Tal renacimiento alcanzó para que, otra vez bajo las garras de Parker, se enclaustrara en los escenarios de Las Vegas e iniciara una rápida decadencia; fallecería en 1977.
El documental tiene como entrevistado central al mismo Steve Binder, que cuenta innumerables detalles de la preproducción y la grabación, a bailarinas del programa, personas que oficiaron de espectadores y formaron parte del especial, y algunos músicos de la actualidad que cuentan el efecto que el programa tuvo en sus vidas.
Más allá de las jugosas anécdotas en que Binder se aliaba con Elvis para engatusar a Parker y salirse con su cometido, se ven numerosas tomas que no formaron parte de la edición original, que demuestran el grado de profesionalidad del artista, su capacidad de disfrute en el escenario y su talento desbordante. Muy recomendable.
4. Película para ver en Mubi: Mulholland Drive: el camino de los sueños
Sólo 7 días quedan para que Mubi borre de su plataforma a la que para muchos, es la mejor película realizada en lo que va de este siglo (según una encuesta de la BBC) y que le valiera la Palma de Oro al mejor director en el Festival de Cannes a David Lynch.
Una morocha queda amnésica tras un accidente. Una rubia aspirante a actriz la acoge. Tratan de develar un misterio. Mientras tanto, un joven director de cine recibe presiones de un mafioso ligado a la producción de su próximo film para que ponga como protagonista a una amante. Hay viejas glorias de Hollywood (Ann Miller, Lee Grant) que bajan líneas de conducta y hacen profecías. También un asesino a sueldo que busca un libro negro y termina produciendo un asesinato inesperadamente múltiple. Hay un cowboy entre humano y mecánico que hace que disminuye la tensión eléctrica con su mera presencia y ofrece charadas tanto a un personaje como a los espectadores.
Mediante una torsión narrativa típica de lo onírico, esos personajes se transforman en una lesbiana amargada por desilusiones amorosas y profesionales, mujeres fatales que escalan hacia la fama, ancianos escapados de un aquelarre de El bebé de Rosemarie (Roman Polanski, 1968), etc.
Narrado desde la perspectiva de alguien en el limbo, con un nivel de sofisticación pocas veces plasmado en la pantalla, consagró estelarmente a la inglesa Naomi Watts, que la venía yugando hace años en el mundo del cine y realiza un trabajo loable en diversos roles.
Aunque parezca un film incoherente, produce un estado cercano al hipnotismo y es una fuente inagotable de alusiones cinéfilas. Para nombrar unas pocas: la perspectiva desde donde se narra tiene como referencia al narrador de El ocaso de una vida (Billy Wilder, 1951); la mujer fatal tiene como paralelo a la Rita Hayworth de Gilda (Charles Vidor, 1946); la relación simbiótica entre las dos protagonistas remite a Persona (Ingmar Bergman, 1965); la felicidad alcanzada después de la muerte a Twin Peaks: el fuego camina conmigo (David Lynch, 1996).
El canto de amor de Lynch a Hollywood es interpretado por un cuervo, tiene un tinte arenoso y es único e incomparable, atravesado por esquirlas de film noir, thriller psicológico, musical, drama romántico y un erotismo escapado de alguna cinta softcore. Fascina y deslumbra, una y otra vez. Imperdible.
5. Serie para ver en Prime Video: Homecoming
Julia Roberts hizo su entrada en el mundo de las series con Homecoming, un producto de Amazon (10 capítulos de 30 minutos). Su carrera estelar tras ganar el Oscar por Erin Brockovich (2000) se sostenía con algún éxito ocasional (La sonrisa de Mona Lisa, Wonder, Agosto) pero sin el resplandor posterior a la consagración en Mujer bonita (1990).
Aquí interpreta a Heidi Bergman, una trabajadora social recién graduada que es contratada por una corporación para recibir a soldados que vuelven de la guerra con la intención de reintegrarlos a la vida civil tras haber vivido situaciones traumáticas.
Heidi no hace honor a su nombre; es presentada con la música que ambientaba la escena de la ducha en Vestida para matar (Brian de Palma, 1980), escena en la que Angie Dickinson imaginaba un encuentro amoroso salvaje entre vapores y mamparas con un potro que devenía en su violador. Acá la erótica se ve desplazada del sexo al trabajo; Heidi dejará a su marido -Dermot Mulroney (objeto de deseo del personaje de Julia en La boda de mi mejor amigo)- por la cada vez más absorbente tarea, transformándose en el instrumento más aguzado para la "recuperación" de esos muchachos, hasta que descubra que más que hacerles un bien...
No se trata de develar demasiado; la serie cuenta con abundante tensión, suspenso, paranoia, personajes que no son conscientes de que forman parte de un diagrama mayor, detectives gastados que siguen el hilo de una madeja que al desenrollarse puede tener consecuencias inesperadas, corporaciones contratadas por sectores importantes del poder que violan todas las barreras éticas existentes en aras de conseguir dividendos, edificios tan laberínticos como impersonales...
Homecoming cuenta con muchos de los elementos del thriller paranoico de los años 70, títulos como Klute, Asesinos S.A., Todos los hombres del presidente (los tres dirigidos por Alan J.Pakula, que también dirigiera a Julia en El informe pelícano). O Los tres días del Cóndor (Sidney Pollack, 1975), Secreto oculto bajo el mar (Arthur Penn, 1975) y La conversación (Francis Ford Coppola, 1974). Era una época en que el escándalo Watergate estaba constantemente en las portadas de los diarios, las conspiraciones estaban a la orden del día, los estadounidenses vivían una profunda crisis económica, sufrían la derrota en Vietnam y una aguda crisis de confianza en las instituciones políticas y empresariales.
Hoy, el subgénero -que tomaba muchos elementos de los thrillers de espionaje de Alfred Hitchcock- vuelve por la puerta grande, dirigido por Sam Esmail (responsable de Mr. Robot), con un alto grado de estilización -planos secuencia sumamente elaborados, captados cenitalmente y atravesando varias habitaciones, escaleras, ¡hasta pisos!; juegos con los formatos de pantalla, ya sea dividiéndola o trastocando los distintos radios: apaisado para lo que transcurre en 2018, y un presente gris, como registrado por un celular, ambientado en 2022.
La musicalización está compuesta por segmentos de bandas originales de sonido de películas de suspenso de los años 70 y 80 y, como oveja negra, la "Sarabanda" de Haendel, que era central en el Barry Lyndon (1975) de Stanley Kubrick. También hay elementos provenientes de la ciencia ficción; Blade Runner (Ridley Scott, 1982) es una referencia obligada cuando se trata de personajes que recuerdan lo que no deben.
El elenco es de primer orden; Sissy Spacek -la Carrie original- representa a la madre de la confundida Heidi, y da una clase de actuación en cada aparición. Bobby Cannavale se merece todos los premios como la odiosa cara de la corporación, siempre en constante movimiento. El joven Stephan James, cliente de Heidi, posible interés amoroso, es dueño de un magnetismo insoslayable. Shea Whigham, como el investigador Thomas Carrasco, transmite el ajado cansancio del que está obligado a cumplir con su deber en circunstancias adversas. Marianne Jean-Baptiste (Secretos y mentiras, de Mike Leigh) interpreta a una madre de pocas pulgas en lo que hace a la recuperación de su hijo. Y la mujer bonita, más envejecida, un tanto desflecada, deslumbra cada vez que sonríe, y tiene la fuerza y el carisma necesarios para sostener todo el peso del envío.
Hay una segunda temporada protagonizada por Janelle Monáe que se auto erige como una derivación de la anterior, pero no está a su altura ni a nivel de guion ni de producción. Se la puede obviar.
