El presidente Javier Milei salió este lunes al balcón de la Casa Rosada junto a su vocero, Manuel Adorni, y su asesor, Santiago Caputo. Se trata de una muestra de respaldo a su círculo íntimo, que se da en medio de la tensión con el exmandatario, Mauricio Macri.
El líder del PRO reapareció la semana pasada y cuestionó al "entorno" de Milei. Durante el acto de relanzamiento del partido en La Boca, Macri dijo que lo que pudo acordar con el libertario "fue a pesar de su entorno". En tanto, en una entrevista en LN+ del domingo por la noche, señaló: "Primero Posse y ahora Santiago. Se supone que Posse era la traba para que podamos ayudar y ahora quedó delegado todo en Santiago y pasó exactamente lo mismo".
Estas declaraciones llegaron en medio de un reclamo por parte de un sector importante del PRO, que desde hace un tiempo les piden a las autoridades nacionales que acepten incorporar a ex funcionarios y dirigentes de su agrupación a la gestión diaria. Desde La Boca, Macri había remarcado que la intención del partido es "ayudar" y "mejorar la calidad de gestión" en aquellos organismos que "están todavía en manos del kirchnerismo".
Mientras Macri continúa con su raid mediático, alternando entre elogios y críticas al Gobierno nacional, Milei elige, por ahora, no confrontar directamente con el exmandatario. Sin embargo, envía señales sutiles.
El Presidente intenta hacer equilibrio en la relación con el PRO. Sucede que La Libertad Avanza necesita del partido amarillo en términos institucionales: el próximo año se realizarán las elecciones de medio término y, dado que Milei ya no será la cara visible de las boletas, necesitará de la estructura política del PRO para obtener buenos resultados en los comicios.
Al mismo tiempo, debe mantener a su electorado "anticasta" y no dar el brazo a torcer frente a Macri, quien rechazó el co-gobierno y condiciona su apoyo a las medidas que se consideren beneficiosas en su espacio.
Por su parte, el expresidente busca marcar diferencias con el oficialismo y rechazar la fusión, pero también ser partícipe de los triunfos del Gobierno. Sucede que el PRO cuenta con el poder territorial que le falta a La Libertad Avanza, pero fue perdiendo músculo electoral ya que el grueso de los votantes del partido fundado por Macri se identifica ahora con Milei.
